MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El personal de Enfermería es clave para mejorar la funcionalidad, el cuidado y la continuidad asistencial de pacientes con esquizofrenia, ya que les ayudan a expresarse "con más cercanía y naturalidad" y permite identificar dificultades que no manifiesten ante el psiquiatra.
Así lo ha reconocido Guillermo Lahera, profesor de Psiquiatría y Psicología Médica en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), durante el XXXII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental organizado por Janssen en Burgos.
Los problemas para reconocer las emociones de los demás o interpretar adecuadamente las señales sociales y comprender correctamente ideas o intenciones son algunos de las dificultades a las que se enfrentan día a día los pacientes con esquizofrenia y que "impactan claramente en su calidad de vida".
"Los profesionales debemos ser conscientes de estas dificultades y utilizar una comunicación clara, inequívoca y respetuosa", ha destacado este experto, que admite que "el paciente normalmente se expresa con más cercanía y naturalidad con los enfermeros que con su psiquiatra".
En este sentido, Patricia Lana, enfermera de la Unidad de Salud Mental del Hospital La Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, destaca que la frecuencia de visitas de los enfermeros al paciente "fomenta una relación de confianza con el paciente y hace del enfermero un acompañante del paciente en su proceso de recuperación".
Además, también es necesario que haya una buena relación entre ambos profesionales de cara a "facilitar el seguimiento y resultados en el paciente".
"Contar con un profesional en el equipo médico que fomente la adherencia al tratamiento, vigile aspectos de salud física y hábitos de vida, fomente la actividad o ayude al paciente a gestionar el estrés, entre otras muchas cosas, es vital para que el trabajo del psiquiatra obtenga resultados", concluye Lahera.