MADRID 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
MD Anderson Madrid-Hospiten ha destacado la importancia de contar con protocolos específicos para pacientes oncológicos, con el objetivo de vigilar y controlar las infecciones, dada su alta vulnerabilidad, especialmente por factores como la neutropenia inducida por la quimioterapia.
Así se ha puesto en valor durante la II Jornada de la Mesa Madrileña de Seguridad del Paciente de la Comunidad de Madrid, que se ha celebrado en el auditorio de la Fundación MD Anderson Cancer Center España, un encuentro que ha reunido a profesionales de diferentes especialidades con el objetivo de compartir experiencias, reflexionar sobre buenas prácticas y reforzar la cultura preventiva en la atención sanitaria.
El acto ha sido organizado por la Unidad Funcional de Gestión de Riesgos del hospital (antigua Comisión de Seguridad del paciente), conjuntamente con la Subdirección General de Calidad Asistencial y Seguridad del Paciente de la Comunidad de Madrid.
Durante la jornada, se ha puesto de relieve la especial vulnerabilidad de los pacientes oncológicos, quienes, debido a su inmunosupresión, presentan un riesgo elevado de infecciones nosocomiales. Entre las más frecuentes destacan las del tracto urinario, las infecciones de heridas quirúrgicas, las asociadas a dispositivos intravasculares y las del tracto respiratorio. Además, los pacientes oncológicos presentan un perfil microbiano amplio que, sumado a su condición de vulnerabilidad, obliga a una vigilancia muy estrecha y a la implementación de medidas preventivas más intensificadas.
Estos pacientes también pueden desarrollar bacteriemias asociadas, que constituyen una causa importante de mortalidad. "Como consecuencia de los tratamientos, pueden aparecer infecciones como mucositis, sinusitis, así como la reactivación de ciertos virus respiratorios favorecida por la inmunosupresión", ha señalado Javier Gracia, responsable del Servicio de Medicina Preventiva de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten.
En este contexto, desde MD Anderson Madrid-Hospiten han informado de que sus protocolos incluyen medidas generales orientadas a la formación de personal y especialización en técnicas y procedimientos de reducción de infecciones. Entre las medidas más relevantes se encuentran el estricto cumplimiento de la higiene de manos antes y después de atender a cada paciente, la aplicación rigurosa de barreras de protección en procedimientos invasivos, así como la correcta limpieza, desinfección y esterilización del material hospitalario.
Además de las medidas generales y de la formación del personal, desde MD Anderson Madrid-Hospiten aseguran que es fundamental el cuidado de los dispositivos invasivos, ya que los pacientes oncológicos con frecuencia tienen catéteres venosos y sondas vesicales, que constituyen un foco común de infecciones. Los protocolos, en este sentido, incluyen la desinfección, el uso de antisépticos o el recambio regular de sistemas y vendajes.
"También es esencial una observación clínica constante para detectar signos de infección, así como la educación de pacientes y familiares", apuntan desde MD Anderson Madrid-Hospiten.
Además, existen también protocolos de vigilancia epidemiológica en coordinación con Medicina Preventiva, que permiten detectar y controlar infecciones, junto con medidas de aislamiento para interrumpir la cadena de transmisión entre pacientes. Se presta especial atención a los pacientes con neutropenia, dado que constituye uno de los principales factores de riesgo de infección. Asimismo, se incluyen medidas relacionadas con la bioseguridad ambiental, la correcta esterilización del material hospitalario, la vacunación e inmunización activa o pasiva según corresponda, así como el uso racional de antibióticos.
INDICADORES DE SEGURIDAD UTILIZADOS EN LOS PACIENTES ONCOLÓGICOS
Al hilo, Gracia ha explicado que, fundamentalmente, existen dos tipos de indicadores de seguridad que se utilizan en los pacientes oncológicos. Por un lado, aquellos relacionados con la vulnerabilidad propia de estos pacientes; es decir, indicadores incluidos en la vigilancia de infecciones nosocomiales por parte de Medicina Preventiva, junto con la monitorización permanente de procedimientos que aumentan los riesgos.
Por otro lado, los indicadores vinculados a las unidades de oncología farmacéutica, que se centran en la medición y el seguimiento de los errores de medicación en los procesos clave: preparación, dispensación y administración de tratamientos. "La vigilancia de estos indicadores se realiza de manera sistemática en el hospital a través de la Unidad Funcional de Gestión de Riesgos, que se encarga de monitorizar y coordinar las estrategias para minimizar riesgos y garantizar la seguridad asistencial", destaca Gracia.
En este sentido, apunta que el enfoque es necesariamente multidisciplinar. Un equipo formado por medicina preventiva, oncología, hematología, farmacia, enfermería y la unidad de cuidados intensivos / recuperación anestésica (UCI/REA) trabaja de manera coordinada para garantizar tanto la seguridad como la calidad de la atención.
Además, subraya que la prevención es clave para reducir los errores de medicación en la hospitalización. Asimismo, en MD Anderson Madrid-Hospiten se han implementado diversas acciones educativas dirigidas al personal médico, de enfermería y farmacéutico. De igual modo, se integran tecnologías avanzadas que reducen los errores, tales como sistemas de prescripción electrónica, registros digitales para la preparación y administración de medicamentos o bombas de infusión de medicación, entre otros.
También se centraliza la preparación de fármacos para los pacientes oncológicos. Paralelamente, en MD Anderson Madrid-Hospiten se estandarizan las dosis y guías de administración, todo con el objetivo de minimizar errores de medicación. A esto se suma una supervisión continua mediante indicadores de seguridad, que permite identificar fallos de manera temprana, así como la comunicación activa de incidentes para aprender de ellos y prevenir su repetición.
"En este contexto, la participación del propio paciente resulta fundamental, ya que actúa como última barrera de seguridad, contribuyendo a detectar posibles errores y a mejorar la seguridad del proceso de medicación en general", concluyen desde el centro.