MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona (HSJD) ha puesto en marcha una plataforma para la producción y el desarrollo de medicamentos de terapias avanzadas, como las células CAR-T, y tendrá capacidad también para prepararlos para pacientes de otras instituciones.
Así, esta plataforma beneficiará en un primer momento a pacientes que padecen leucemia linfoblástica aguda y que no han respondido a los tratamientos convencionales. En breve, está previsto que pueda producir terapias para otros tipos de cáncer, como el glioma difuso de tronco cerebral, así como para otras enfermedades.
La plataforma de terapias avanzadas del Hospital Sant Joan de Déu ocupa una superficie de 1.280 metros cuadrados y dispone de un área de producción de terapias avanzadas con cuatro salas blancas especialmente concebidas para fabricar diferentes terapias (celular, génica e ingeniería de tejidos). Los profesionales de esta infraestructura, siempre cooperando entre HSJD y HCB, trabajarán conjuntamente con equipos de diferentes áreas como la oncología, la hematología, las enfermedades neuromusculares, las inmunodeficiencias primarias y enfermedades autoinmunes.
"La creación de esta plataforma era el paso lógico para nuestro hospital. Tenemos expertos clínicos en enfermedades extremadamente complejas, investigadores que las estudian y los pacientes que las sufren y que necesitan de un tratamiento. Ahora, con las salas blancas, tenemos también la infraestructura para desarrollar y fabricar estas terapias, y ofrecer nuevas esperanzas terapéuticas a los pacientes", ha explicado la directora de la Plataforma de Terapias Avanzadas del Hospital Sant Joan de Déu, Alessandra Magnani.
En el ámbito de la investigación, los profesionales de HSJD y el Hospital Clínic Barcelona (HCB) han comenzado a trabajar en las salas blancas en el desarrollo de una nueva terapia génica para tratar una inmunodeficiencia primaria muy rara y grave, el síndrome de déficit de MHC clase II. Los niños afectados están desprotegidos frente a patógenos comunes que son normalmente inofensivos, lo que hace que enfermen desde una edad muy temprana. Si no se trata, esta inmunodeficiencia puede ser letal durante la primera o segunda década de la vida.