VALÈNCIA 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Ainia Centro Tecnológico y el Instituto Tecnológico Textil (Aitex) han desarrollado una innovación tecnológica basada en fluidos supercríticos con la que poder impregnar textiles con sustancias bioactivas extraídas de matrices naturales, lo que facilitaría la obtención de materiales textiles con propiedades terapéuticas avanzadas.
Con la incorporación de sustancias bioactivas en textiles se podrían obtener materiales de utilidad para la fabricación de nuevos productos, por ejemplo apósitos y gasas, paños quirúrgicos y toallitas higiénicas con efectos favorables sobre la piel en el cuidado diario o en el proceso de curación de heridas o quemaduras, ha informado el centro tecnológico.
Los procesos empleados en la actualidad dificultan que exista una amplia oferta en el mercado --altas temperaturas que degradan las sustancias activas, grandes cantidades de agua y efluentes a depurar, altos costes de fabricación-- y este tipo de productos utilizan un tipo de material denominado textil no tejido, formado por fibras unidas por procedimientos mecánicos, térmicos o químicos, pero sin ser tejidas.
Los textiles no tejidos son utilizados para la confección de prendas y accesorios de alto rendimiento, especialmente en el área de la salud y el cuidado personal, porque no se deshilachan, tienen una gran capacidad de absorción, impermeabilidad, elasticidad, suavidad, capacidad de amortiguación, son lavables, ignífugos y esterilizables.
En el marco del proyecto COSMETOSUP II se han realizado investigaciones de impregnación supercrítica para proporcionar funcionalidades adicionales a materiales textiles no tejidos. Este tipo de materiales pueden aportar beneficios a la piel, por ejemplo, en el proceso de curación de heridas, quemaduras o roces si sobre estos materiales textiles se aplican procesos adicionales de impregnación para incorporar sustancias funcionales que los doten de propiedades antibacterianas, antifúngicas o regenerantes de la piel.
El proyecto, que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad (IVACE) y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), ha logrado en el mismo proceso extraer sustancias con propiedades bioactivas de materias primas naturales como la rosa mosqueta y el romero y aplicarlas en materiales textiles.
Para la obtención del extracto de romero y de rosa mosqueta se ha utilizado la tecnología de extracción supercrítica y se han impregnado en textiles no tejidos mediante CO2 supercrítico. Los efectos sobre la piel de textiles impregnados con rosa mosqueta han sido una menor pérdida de agua de la piel, lo que supone una mejora en su función barrera y una regeneración dérmica, así como una mejora en la elasticidad.
La impregnación de materiales con fluidos supercríticos aporta numerosas ventajas tecnológicas y medioambientales: está libre de residuos, puesto que la sustancia disolvente, que en este caso es el CO2, no queda retenida en la matriz; el agente bioactivo a impregnar residual se mantiene inalterado y por tanto recuperable; el proceso tiene un mayor rendimiento, puesto que el CO2 supercrítico penetra mejor en el interior de la matriz y anula la posibilidad de que esta se diluya en el fluido; el poder disolvente de esta técnica se puede modular, de forma que nos permite ajustar la impregnación en función de diferentes productos y ofrece una ventaja medioambiental, ya que al eliminar el uso de disolventes acuosos u orgánicos, no produce emisiones contaminantes que exijan un tratamiento posterior.
De este modo, frente a los sistemas tradicionales de impregnación, la impregnación con CO2 supercrítico supone una solución tecnológica con mucho potencial, al presentar un consumo de agua nulo con un máximo aprovechamiento de las sustancias activas y un coste energético moderado, además se trata de una tecnología económicamente competitiva.
Tanto es así que se presenta como una alternativa atractiva con posibilidades reales de viabilidad a escala industrial para la funcionalización de tejidos, textiles no tejidos y otros materiales textiles, han señalado las mismas fuentes.
Este procedimiento, más allá de los sectores médico y farmacéutico, ofrece muchas posibilidades a las empresas cosméticas y textiles, puesto que supone una vía para la obtención de nuevos productos impregnados con principios activos que se liberan de forma paulatina sobre distintas partes de la epidermis y que tienen diversas funciones y beneficios para la salud.
Como ejemplos, puede aplicarse para conseguir productos como apósitos, textiles compresivos, mallas o toallitas desechables con efectos diversos sobre la piel como hidratante, regenerante, mejora de la elasticidad, mejora de la firmeza, relajación muscular, activación del riego sanguíneo, capacidad cicatrizante, entre otros.