Empleadas de limpieza de centros sanitarios exigen a Rudi y Oliván que "dejen de ser neutrales" en su conflicto

Cuevas, Lauroba, Álvarez y Navarro han explicado la situación del conflicto
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 24 junio 2013 13:52

ZARAGOZA, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las trabajadoras de limpieza de los centros sanitarios del Salud han exigido de nuevo este lunes a la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y al consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, que "dejen de ser neutrales" e intermedien en su conflicto laboral, tras 36 días de huelga.

Los miembros del Comité de Huelga del colectivo de limpiadoras Esteban Lauroba (UGT), Mariano Álvarez (CC.OO.), Alberto Navarro (OSTA) y la trabajadora Ana Cuevas (CGT) han informado, en una rueda de prensa, de la situación actual del conflicto, y han advertido de que continuarán con las protestas para "forzar" al Ejecutivo aragonés y a las empresas a que cambien su actitud para alcanzar un acuerdo sobre el convenio colectivo.

"La Consejería tendrá que decir algo", ha aseverado Lauroba, para reclamar a Rudi y Oliván que "se hagan cargo del conflicto y transmitan un mensaje a las empresas", porque los trabajadores "hemos cedido lo suficiente" para propiciar un acuerdo.

Mariano Álvarez ha recordado que la semana pasada celebraron reuniones con la patronal en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje en las que "quedó claro que la patronal quiere renegociar el convenio desde cero, como si no tuviésemos derechos consolidados y cualquier cesión que realizan es sobre lo que ya cedíamos".

Los trabajadores desean "una equiparación total al personal del grupo E, desactivar la reforma laboral y, a través del convenio colectivo, seguir manteniendo las garantías de estabilidad en el empleo", pero las empresas "quieren la equiparación a la carta, en aquellos aspectos que les puedan beneficiar", ha apuntado Álvarez.

La patronal "no quiere desactivar la reforma laboral ni tampoco tienen intención de dar garantías de estabilidad en el empleo" porque comprometería al Ejecutivo aragonés que "no podría recortar el presupuesto de la contrata" en los próximos años. Estas son algunas de las diferencias, entre otros 19 puntos en los que ambas partes discrepan, por las que "seguimos en conflicto después de tanto tiempo y apostamos por ello hasta el final".

EL CONSEJERO "NO HA LEÍDO EL CONVENIO"

Mariano Álvarez (CC.OO.) ha observado, además, que el consejero Oliván "nos ha invitado a un arbitraje voluntario", pero las trabajadoras del sector no quieren "que un tercero decida lo que en 36 días, y distintas reuniones, hemos reclamado" porque sería como "lanzar una moneda al aire" para dar solución a su conflicto.

Alberto Navarro ha opinado que el consejero Ricardo Oliván, que en las últimas semanas ha afirmado que el acuerdo entre ambas partes estaba próximo, "no ha leído el convenio" ni ha seguido las reuniones entre empresas y trabajadores porque la patronal "sigue en sus trece" y la Consejería "no ha entrado de verdad a tomar cartas en el asunto". Navarro ha remarcado que el consejero está "desinformado" y "cada día que habla del conflicto demuestra que no tiene ni idea", ha lamentado.

Por todo ello, apuestan por mantener sus acciones y hacer visible su problema para lograr el acuerdo con las empresas antes de que el convenio expire el 7 de julio. Aún no se han fijado nuevas fechas para reunirse con la patronal y su objetivo es "seguir presionando" para que antes del día 7 "haya un cambio de actitud".

A partir del 7 de julio, o las empresas "inaplican el convenio" y el conflicto podría judicializarse o se mantiene la huelga o "hay infinitas posibilidades", ha comentado Álvarez, mientras que Esteban Lauroba ha advertido de que la situación que se iniciará en esa fecha "es extraordinaria en la negociación colectiva en España y todos los convenios están con la misma incertidumbre de qué pasará desde el 7 de julio".

Respecto a la huelga de hambre que estaban realizando varias trabajadoras del sector, Ana Cuevas ha explicado que en su caso la ha tenido que dejar después de once días y "por motivo de salud" y otras dos compañeras que aún permanecen en huelga de hambre tras veinte días también tendrán que hacerlo.