El ejercicio mejora la salud de los reclusos con trastorno psiquiátrico

Cárcel de Soto del Real
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Publicado: lunes, 6 mayo 2019 12:35

SEVILLA 6 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla han realizado un estudio sobre la favorable repercusión del ejercicio físico en la salud de reclusos con trastornos psiquiátricos.

La investigación, publicada en la revista académica 'Clinical Rehabilitation', es obra de Javier Bueno Antequera, Miguel Ángel Oviedo Caro y Diego Munguía Izquierdo, miembros del grupo 'Actividad física, salud y deporte' (CTS 948) de la UPO, según informa la universidad.

Según los autores de esta investigación, no existía ningún estudio anterior sobre ejercicio físico en reclusos de prisión con este trastorno y un amplio cuerpo de investigación evidencia que la actividad física y ejercicio regular proporcionan beneficios para la salud física y mental en población general y en poblaciones especiales y clínicas, como las personas con trastornos psiquiátricos.

Recientes estudios muestran que uno de cada siete reclusos de prisión tiene, al menos, un trastorno psiquiátrico, y que éste repercute de manera negativa sobre la salud y comportamiento presente y futuro de los reclusos y dispara el gasto sanitario.

Convencidos de que se deberían realizar esfuerzos para mejorar la prevención y tratamiento de los trastornos psiquiátricos en estos entornos, estos profesores llevaron a cabo el Proyecto PsychiActive, mediante el que evaluaron la viabilidad y efectos de una intervención mediante ejercicio físico en reclusos de prisión con trastornos psiquiátricos del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla.

Los participantes del estudio fueron distribuidos de forma aleatoria a grupo de intervención (ejercicio físico y tratamiento habitual) o grupo control (tratamiento habitual) y el programa se realizó a lo largo de 12 semanas e incluyó tres sesiones grupales a la semana de ejercicios aeróbicos y de fuerza de intensidad moderada a alta.

Una de las conclusiones que observaron los investigadores es que la intervención produjo beneficios sustanciales en la condición física cardiorrespiratoria, fuerza muscular y medidas antropométricas.

"Con la contundente evidencia científica actual acumulada no prescribir ejercicio físico a pacientes físicamente debilitados debería ser una negligencia", argumenta el profesor Diego Munguía.

Otra de las conclusiones del estudio es que un poco más de la mitad de los sujetos asignados al grupo de intervención participaron en el programa de ejercicio físico. Javier Bueno Antequera considera que "en línea con la evidencia científica y sentido común, resulta clamorosa la necesidad de considerar a educadores/as físico deportivos/as cualificados para minimizar la tasa de abandono y optimizar los efectos beneficiosos del ejercicio físico".

Según los investigadores, este estudio podría ayudar a aumentar la conciencia de los profesionales de la salud sobre la importancia de considerar el ejercicio como medicina en medio penitenciario y alentar a la comunidad científica a investigar más sobre este tema.