MADRID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una terapia de células madre procedentes de sangre de cordón umbilical podría revertir la diabetes tipo 1. Así lo han señalado investigadores de la University of Illinois, en Chicago (Estados Unidos), descrita en la publicación 'BMC Medicine'.
La diabetes tipo 1 es causada por el ataque del sistema inmune del propio organismo a las células beta del islote pancreático. Su tratamiento requiere una inyección diaria de insulina que regule los niveles de glucosa del paciente en sangre. La nueva terapia "reeduca" las células T de los diabéticos, responsables de este ataque, para restablecer la función pancreática y reducir la necesidad de insulina.
La terapia de Educadora de las Células Madre pasa lentamente linfocitos separados de la sangre del paciente sobre células madre de sangre de cordón inmovilizadas procedentes de donantes sanos. Después de dos o tres horas en el dispositivo, los linfocitos 'reeducados' son devueltos al paciente.
Los progresos de los pacientes fueron observados a las 4, 12, 24 y 40 semanas después de administrarse la terapia. El péptido C es un fragmento de proteína fabricada como un subproducto de la insulina fabricada y puede utilizarse para determinar cómo están funcionando las células beta.
Esto continuó mejorando a la semana 24 y se mantuvo hasta el final del estudio, lo que significa que la dosis diaria de insulina requerida para mantener sus niveles de glucosa en sangre pudo reducirse. En consonancia con estos resultados, la hemoglobina glicosilada (HbA1C) indicadora del control de la glucosa a largo plazo también se redujo en las personas que recibieron tratamiento, no en el grupo de control.
Según el investigador de la University of Illinois at Chicago Yong Zhao, que dirigió este estudio multicéntrico, "también observaron un mejor control autoinmune en estos pacientes". "La terapia educadora de las células madre elevó el porcentaje de linfocitos T reguladores en la sangre de personas en el grupo de tratamiento".
"Otros marcadores de la función inmune, como el TGF-beta1, también mejoraron. Nuestros resultados sugieren que es esta mejora en el control autoinmune, mediado por los reguladores autoinmunes AIRE en el CBSC, que permite recuperarse a las células beta de la isleta pancreática", concluye.