MADRID 26 Jul. (EP/AP) -
El Senado norteamericano aprobó hoy un proyecto de ley que penaliza a quien lleva a una adolescente embarazada fuera de las fronteras de su Estado para que se someta a un aborto que no cuenta con el consentimiento de los padres, pese a la oposición del partido Demócrata. Sin embargo, el tenor del proyecto aprobado dista bastante de la versión admitida por la Cámara de Representantes y la que salió del Gobierno de George Bush, por lo que aún requiere el acuerdo de los diputados para convertirse en ley.
Con sesenta y cinco votos a favor y treinta y cuatro en contra, la norma aprobada prevé castigar con multas y hasta un año de cárcel a las personas que ayuden a una menor a trasladarse a otro estado para conseguir abortar sin la autorización de sus padres, pero exime de responsabilidades penales a las adolescentes y los progenitores. El proyecto legislativo contempla además, como excepción, la ayuda prestada a jóvenes que abortan porque su vida corre riesgo.
La aprobación del proyecto se logró con el apoyo de la mayoría republicana pero tras un amplio debate que incluyó numerosos argumentos a favor y en contra de la iniciativa. Para los republicanos, que luchan por mantener su mayoría en las elecciones de este año, el proyecto "respalda un sentimiento mayoritario en la población: que el derecho de los padres a saber prevalece sobre el derecho de una adolescente a interrumpir un embarazo".
El presidente Bush elogió la decisión de los senadores e instó a la Cámara de Representantes y al Senado a resolver pronto sus diferencias a fin de que el proyecto se convierta en ley. "Transportar a menores fuera de las fronteras de sus estados para evadir el consentimiento de los padres, necesario en las normas que regulan el aborto, socava el estado de derecho y hace peligrar la vida de las jóvenes", declaró Bush.
Durante el debate parlamentario, los democrátas intentaron incluir una excepción para 'los confidentes', personas a quienes las adolescentes que hayan sufrido un abuso de sus padres recurren en busca de ayuda; pero la propuesta fue rechazada de plano. En opinión del partido opositor, "esta medida es la última de una serie de proyectos de ley dirigidos a contentar a los votantes conservadores", que constituyen el grueso del apoyo a los republicanos.
El senador Frank Lautenberg propuso en las negociaciones que se incrementen los recursos que el Gobierno destina a la educación sexual, pero la propuesta no tuvo consenso. "Si no hacemos nada para evitar el embarazo adolescente, aprobar esta ley solo demuestra que se trata de una farsa política y no de un esfuerzo real por combatir el problema", manifestó Lautenberg.
Por su parte, el conservador Tom Coburn, de profesión obstetra, replicó diciendo que la abstinencia es la mejor manera de prevenir el embarazo adolescente: "¿Cuántas personas realmente piensan que lo mejor para los jóvenes es ser sexualmente activos?¿Acaso algo positivo viene de ello?", se preguntó el senador republicano.