ROMA, 2 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) -
El Papa Benedicto XVI llamó hoy al Gobierno de Estados Unidos a impulsar un "diálogo razonado para discernir políticas acertadas y justas" con las que se respete "la naturaleza y la dignidad humana".
El Pontífice hizo estas declaraciones con ocasión de la presentación de las cartas credenciales por parte del nuevo embajador de Estados Unidos cerca de la Santa Sede, Miguel Humberto Díaz.
En concreto, remarcó la importancia que tiene para la Iglesia católica la "protección de la dignidad humana y el respeto del derecho inalienable a la vida, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural". Además, pidió garantizar el derecho de las personas que trabajan en el ámbito sanitario a ejercer la objeción de conciencia.
Benedicto XVI aprovechó la ocasión para recordar las enseñanzas de su predecesor, el Papa Juan Pablo II, quien consideraba que "una sociedad carece de fundamentos sólidos cuando, por un lado, afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz, pero luego, por el otro, actúa radicalmente al contrario al permitir o tolerar diversas prácticas con la que la vida humana es devaluada y violada, especialmente cuando es débil o marginada".
Las políticas relacionadas con la vida humana se han convertido en el principal punto de desacuerdo entre el Vaticano y la nueva Administración americana dirigida por Barack Obama. En relación con otras temáticas, en cambio, la Santa Sede se ha mostrado en sintonía con las políticas adoptadas por Estados Unidos, tales como la promoción de un "diálogo más extenso entre las distintas culturas", concretó el Papa.
Finalmente, el Pontífice manifestó su satisfacción ante la reciente aprobación de la resolución sobre el desarme nuclear al tiempo que lanzó un llamamiento para encontrar un sistema financiero y de desarrollo más justo "para todas las personas".
El nuevo embajador americano, Miguel Humberto Díaz, nació en 1963 y es de origen cubano. De religión católica, está casado y tiene cuatro hijos. Desde 1991 ha trabajado en varias universidades católicas como docente de teología y ha escrito numerosos libros de tema religioso-teológico. Además de inglés, habla español, francés, italiano y conoce el griego, el latín y el alemán.