NUEVA YORK, 28 Mar. (Reuters/EP) -
Investigadores del Hospital de la Universidad de Pennsylvania en Philadelphia, Estados Unidos, aseguran que las personas que necesitan un trasplante de hígado pueden tener más o menos probabilidades de lograrlo en función de la distancia que haya entre su casa y el centro donde se someterán a dicha intervención, variando también su pronóstico tras la intervención.
En concreto, y según los resultados de su estudio publicados en
el 'Journal of the American Medical Association' (JAMA), han visto que las personas que viven más lejos tienen menos probabilidades de entrar en la lista de espera y lograr un órgano.
Un hallazgo, advierten los autores, que ilustra algunas de las posibles consecuencias negativas de la centralización de los recursos médicos, utilizada en mucha cosa para controlar el gasto sanitario y evitar desigualdades, cuando se trata de una atención sanitaria tan especializada como los trasplantes de órganos.
"A la hora de diseñar estos sistemas, es importante tener en cuenta la geografía", ha defendido David Goldberg, uno de los autores de este trabajo.
Aunque estos modelos centralizados suelen ser eficaces, los autores han visto que no representa ningún beneficio para los pacientes que tienen que viajar largas distancias para someterse a una intervención.
En su trabajo, Goldberg y su equipo analizaron los datos de pacientes hepáticos del Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, por sus siglas en inglés), que cuenta con cinco centros de trasplante de hígado en todo el país, a pesar de que los veteranos de guerra cuentan además con una cobertura adicional, el Medicare, y pueden utilizar otros centros.
Los investigadores analizaron los registros de trasplantes hepáticos de este departamento de entre 2003 y 2010, periodo en que contabilizaron un total de 50.637 veteranos que eran potencialmente seleccionables para someterse a un trasplante. De todos ellos, un 6 por ciento fueron puestos en listas de espera para recibir un hígado nuevo.
Pero al analizar donde vivía cada paciente, vieron como entre aquellos que viven a menos de 100 millas (unos 160 kilómetros) de su centro de trasplantes alrededor del 7 por ciento estaban en lista de espera en uno de estos centros, y alrededor del 10 por ciento lo estaban en cualquier otro centro.
En cambio, en quienes vivían a más de 100 millas el porcentaje en lista de espera era la mitad, un 3 por ciento en centros del VA y un 5 por ciento en cualquier otro centro.
CUANTO MÁS LEJOS, MÁS MORTALIDAD TRAS LA OPERACIÓN
Y una vez en lista de espera, también eran menos los que finalmente eran trasplantados en este segundo grupo, aumentando también sus probabilidades de fallecer cinco años después de la intervención.
Por ejemplo , un veterano que vive a 25 millas (unos 40 kilómetros) de un centro de trasplantes VA tenían una probabilidad del 63 por ciento de estar vivos cinco años después, en comparación con una probabilidad del 60 por ciento entre las personas que viven a más de 100 millas de estos centros.
Los programas de trasplante de órganos son altamente especializados y requieren un seguimiento estrecho de cada pacientes para comprobar que el paciente no sufra un episodio de rechazo, de ahí que las personas que viven más lejos tengan más complicado beneficiarse de dicho seguimiento.