MADRID 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por un equipo de investigadores estadounidenses, liderados por el miembro de la Universidad de Calorina del Norte en Chapel Hill, Eric Orman, ha avisado de que está aumentando el número de hígados que no son utilizados para trasplante.
"La razón por observar este problema, en primer lugar, es que el número de trasplantes de hígado realizados en los Estados Unidos se ha reducido", ha comentado Orman, cuya investigación ha sido publicada en la revista 'Liver Transplantation'.
Con el fin de identificar los factores que explicasen esta tendencia, los investigadores utilizaron una base de datos nacional de todas las donaciones de órganos que se habían realizado desde el año 1987 con el objetivo de ver cuántos hígados de donantes de al menos un órgano fueron descartados, y por qué.
De esta forma, encontraron que la proporción de hígados no utilizados se redujo drásticamente, del 66 por ciento en 1988 a 15 por ciento en 2004. No obstante, a partir de ese año el porcentaje de hígados utilizados comenzó a aumentar llegando a un 21 por ciento en 2010.
Así, entre 1988 y 2010, alrededor de 107.000 personas donaron sus hígados, de los cuales casi 42.000 se realizaron después de 2004. Además, de esas donaciones posteriores a 2004, alrededor de 33.900 se utilizaron hígados y alrededor de 7.600 no.
En este sentido, cuando los investigadores examinaron las diferencias que había entre los hígados que se habían utilizado y los que no observaron que había algunas concordancias. En concreto, los hígados de pacientes mayores, los más pesados y los que procedían de personas enfermas fueron más propensos a ser desechados entre los años 2004 y 2010.
"Eso no era demasiado sorprendente, ya que muchos de esos donantes son propensos a tener hígados grasos. Estos hígados se evitan debido a que pueden dar lugar a peores resultados después del trasplante", ha aseverado Orman.
De hecho, la proporción de adultos mayores, los donantes más pesados, aumentó durante el período de estudio. Entre 1988 y 2010, el promedio de edad de los donantes aumentó en casi 10 años, y la proporción de los que tenían más de 50 años de edad aumentó de un 16 por ciento a 38 por ciento.
Del mismo modo, la proporción de los que eran obesos aumentó del 15 por ciento en 1995 a poco más del 30 por ciento en 2010. Y los donantes con diabetes y presión arterial alta pasó de tres por ciento en 1995 a casi el 23 por ciento en 2010.
Por tanto, los resultados de este estudio han sugerido que el aumento del envejecimiento de la población y la obesidad han disminuido la calidad de los hígados produciendo, a su vez, un aumento en el número de órganos no utilizados.
AUMENTAN LOS ÓRGANOS DONADOS TRAS MUERTES CARDIACAS
Asimismo, los expertos también han encontrado que el número de hígados donados después de las llamadas muertes cardíacas aumentaron durante el período de estudio, y que los hígados tenían más probabilidades de no ser utilizados.
Debido a que los hígados donados después de la muerte cardiaca a veces se han relacionado con peores resultados después del trasplante en comparación con las donaciones de muerte cerebral, el hecho de que un mayor número cardíaco o muerte órganos fueron descartados no sorprendió a los investigadores.
No obstante, los investigadores han reconocido que una de las principales limitaciones de su estudio es que no han podido decir con certeza por qué los hígados están siendo descartados.