NUEVA YORK, 18 Mar. (Reuters/EP) -
Investigadores de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore (Estadus Unidos) aseguran que los medicamentos estimulantes que suelen utilizarse para tratar durante la infancia el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden provocar un aumento de peso a largo plazo, durante la adolescencia.
Así se desprende de los resultados de un estudio publicado en la última edición de la revista 'Pediatrics', que coinciden con las conclusiones de estudios previos que alertaban de que este trastorno podía ser un factor de riesgo para la obesidad infantil y adulta.
En esta ocasión, el estudio se centró en aquellos menores diagnosticados con este trastorno y que habían sido tratados con medicamentos estimulantes, y vieron como su uso puede provocar un efecto "rebote" y derivar en un aumento de peso en la adolescencia, incluso aunque se retire esta medicación.
Los autores hicieron un seguimiento a los registros electrónicos de salud de más de 150.000 niños de entre 3 y 18 años, teniendo en cuenta solo a los menores que padecían este trastorno, en quienes analizaron el uso de estos fármacos y su índice de masa corporal (IMC) durante un periodo de seguimiento que se prolongó varios años.
Normalmente, según vieron en el estudio, el uso de estos fármacos solía iniciarse antes de que estos niños tuvieran 10 años y, en la mitad de los casos, el periodo de tratamiento era superior a los seis meses.
Los niños con TDAH que no fueron tratados con estimulantes solían tener inicialmente un IMC más alto que los niños sin TDAH o los que sí recibían estos fármacos. Pero lo llamativo fue que, con el tiempo, los niños tratados con estos fármacos comenzaron a ganar peso y en sus años de adolescencia tenían un IMC superior al resto de niños.
"En estos niños el IMC apenas crecía durante su infancia pero, al llegar a la adolescencia, comenzó a aumentar más rápido", según ha reconocido Brian S. Schwartz, autor del estudio, que reconoce que los efectos sobre el peso fueron mucho mayores que el provocado únicamente por la enfermedad. "Creemos que el tratamiento es el problema, no el diagnóstico en sí", ha apostillado.
EN PRINCIPIO SUPRIMEN EL APETITO
En virtud de estos resultados, Schwartz y su equipo sugieren que los estimulantes pueden mantener el peso en un principio ya que inicialmente suprimen el apetito. De hecho, los medicamentos usados para tratar la obesidad en los últimos años se han parecido en su mecanismo de acción a los medicamentos para el TDAH.
Sin embargo, cuando el cuerpo desarrolla resistencia a la inhibición del crecimiento reaparece el sobrepeso, añaden.
Además, en el estudio vieron que los pacientes con 10 años de tratamiento tenían el mismo riesgo de aumentar de peso a largo plazo que quienes apenas estuvieron uno o dos meses con estos fármacos, por lo que la clave podría estar en la fase en que se encontrara la enfermedad en el momento del tratamiento.
En cualquier caso, los expertos han celebrado los resultados de su hallazgo ya que cada vez se están prescribiendo más estos fármacos para estos pacientes, por lo que "habría que pensar sobre si se están usando en exceso", apunta Schwartz.