MADRID 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Mejorar la coordinación multidisciplinaria en la toma de decisiones y monitorear y evaluar la implementación de las medidas sociales y de salud pública (PHSM) son algunas de las recomendaciones del informe 'Medidas sociales y de salud pública para emergencias sanitarias y pandemias en la UE/EEE: recomendaciones para fortalecer la planificación de la preparación', que acaba de publicar Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.
Por otro lado, aconseja incorporar los PHSM en los panoramas de gobernanza de la seguridad sanitaria, que son los procesos, estructuras e instituciones existentes para supervisar y gestionar el sistema de salud de un país; generar confianza y garantizar una comunicación efectiva a través de la participación comunitaria; y evaluar el impacto social y de salud pública más amplio de los PHSM.
El informe se basa en muchas de las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 y destaca la importancia de considerar los aspectos conductuales y sociales de búsqueda de salud al prepararse para la próxima pandemia. Y las recomendaciones que presenta el informe tienen como objetivo ayudar a las instituciones de salud pública nacionales e internacionales a identificar posibles áreas prioritarias para el trabajo dentro de sus jurisdicciones.
En el recuerda que la posible implementación futura de las medidas sociales y de salud pública (PHSM) requiere una consideración cuidadosa, basada en las lecciones aprendidas de la Pandemia de COVID-19, y debería abordarse explícitamente mediante planes nacionales de preparación para una pandemia.
"Durante el futuro epidemias y pandemias, puede pasar un período de tiempo antes de que la disponibilidad generalizada de servicios médicos contramedidas en las que se pueda volver a confiar en los PHSM para reducir la transmisión de enfermedades y mitigar los efectos nocivos", afirma.
El objetivo de salud pública de reducir los daños generales a la salud de la población debe seguir aplicándose en situaciones de crisis. Un principio general debería ser que las medidas con el más alto nivel de aceptabilidad/viabilidad y las consecuencias negativas más bajas podrían introducirse primero y eliminarse al final, al tiempo que se observa que las primeras La implementación de algunas medidas producirá la mayor efectividad.