MADRID 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Universitario y la Universidad Psiquiátrica de Zurich, en Suiza, han visto que dormir las primeras 24 horas después de una experiencia traumática ayuda a procesar e integrar los recuerdos más angustiosos.
El hallazgo, publicado en la revista 'Sleep', sugiere que el sueño podría utilizarse como una estrategia para prevenir el estrés postraumático, ya que este trastorno se caracteriza por rememorar situaciones dañinas, incluso como si las estuvieran experimentando de nuevo.
En el laboratorio, los investigadores mostraron a un grupo de participantes un video traumático y posteriormente tuvieron que detallar en un diario los recuerdos del mismo que se le habían aparecido en los días posteriores. Pero si de improviso volvían a ver una imagen de lo que habían visto, se les despertaban los pensamientos desagradables que les despertó el video, similar a lo que le sucede a los pacientes con estrés postraumático.
Tras observar este comportamiento, los participantes fueron divididos de forma aleatoria en dos grupos para que unos pocos se quedaran a dormir en el laboratorio la noche después de ver el video, para poder registrar su nivel de sueño mediante un electroencefalograma, mientras que el otro grupo permaneció despierto.
Los resultados, según ha explicado la investigadora Birgit Kleim, una de las autoras del trabajo, muestran que las personas que dormían después de la película tenían recuerdos emocionales recurrentes cada vez menos angustiosos que aquellos que permanecieron despiertos.
"Esto apoya la suposición de que el sueño puede tener un efecto protector en las secuelas de experiencias traumáticas", según esta experta, que trabaja en el Departamento de Psicopatología Experimental y Psicoterapia de la universidad.
Por un lado, sugieren que el sueño puede ayudar a debilitar las emociones relacionadas con algo presente en la memoria, como el miedo causado por experiencias traumáticas. Además, también puede ayudar a contextualizar los recuerdos, procesarlos de forma informativa y luego almacenarlos, aunque para ello serían necesarias varias noches.
Según los autores del estudio, actualmente hay dudas sobre la conveniencia de tratar precozmente a aquellas personas que han sufrido una situación traumática, de ahí que este enfoque ofrezca una "importante alternativa no invasiva para borrar estos recuerdos", ha precisado Kleim.