MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El dolor es un síntoma de "gran trascendencia" para el diagnóstico de las enfermedades reumáticas, ya que factores como si es localizado o generalizado, el sitio y sus irradiaciones, tipo, intensidad y duración, así como los cambios que ocurren en sus características a lo largo del día o con actividad o reposo son vitales para un correcto diagnóstico, ha explicado la reumatóloga del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, Blanca Hernández.
Una vez identificadas estas características, se puede clasificar como dolor nociceptivo, dolor neuropático o dolor con componente de sensibilización periférica o central, lo que "ayudará a establecer un diagnóstico con una base etiopatogénica y a manejarlo mejor", ha concretado la doctora.
El dolor musculoesquelético es uno de los síntomas más comunes tanto en enfermedades reumáticas no inflamatorias como en las inflamatorias, en concreto, en artritis reumatoide. Pese a los grandes avances en el diagnóstico y terapias, el tratamiento del dolor con eficacia continúa siendo una asignatura pendiente.
La mitad de los pacientes con artritis reumatoide refieren tener dolor moderado a severo, pese a que reciben tratamiento adecuado para su enfermedad, ha expuesto la experta durante la II edición de Reumaconnect, celebrada este fin de semana por la Sociedad Española de Reumatología (SER) con la colaboración de Novartis.
La especialista ha puesto énfasis en que, cuando el dolor es de moderado a severo en intensidad, se localiza en una articulación y se acompaña de cambios como enrojecimiento, aumento de temperatura y gran incapacidad funcional, "hay que acudir al reumatólogo". También ha indicado que es importante ir a la consulta de Reumatología cuando aparecen otros síntomas asociados como lesiones en la piel, fiebre o pérdida de peso.