MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia de la terapia de diálisis para la insuficiencia renal está aumentando mucho más rápido que el crecimiento de la población en la mayor parte del mundo, según un nuevo estudio. Los resultados, que se presentarán en la Semana Renal de 2013 de la Sociedad Americana de Nefrología, que se celebra en Georgia, Atlanta, Estados Unidos, destacan la importancia de la detección temprana y el tratamiento de la enfermedad renal.
Diversas enfermedades crónicas tienen efectos perjudiciales sobre los riñones. El rápido aumento de las tasas globales de las enfermedades crónicas auguran un consiguiente aumento de la enfermedad renal o insuficiencia renal terminal (ESRD), pero nunca antes se había cuantificado el cambio en la carga global de la enfermedad renal terminal tratada.
A nivel mundial, se ha producido un incremento del 165 por ciento en los tratamientos de diálisis para la enfermedad renal terminal en las últimas dos décadas. La prevalencia global del tratamiento de la enfermedad renal terminal con diálisis para los países con acceso público a la diálisis aumentó en un 134 por ciento después de ajustar por el crecimiento demográfico y el envejecimiento (145 por ciento en las mujeres frente a 123 por ciento en los hombres).
Para los países cuyas poblaciones carecen de acceso universal a la diálisis, la prevalencia ajustada aumentó un 102 por ciento (116 por ciento para las mujeres frente a 90 por ciento para los hombres). Las cinco regiones del mundo que no han experimentado un aumento sustancial en la prevalencia de diálisis incluyen Oceanía, Asia del Sur, África central subsahariana, Europa oriental y América Latina tropical.
Los resultados indican que el crecimiento significativo en la terapia de diálisis está sorprendentemente fuera de proporción con el aumento demográfico de la mayoría de las regiones del mundo. "Esto pone de relieve la necesidad de la detección de la enfermedad renal crónica temprana y el tratamiento dirigido para su prevención, puesto que este continuado aumento de la prevalencia de la diálisis de mantenimiento puede no ser sostenible", escriben los investigadores.