MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo sistema de administración de fármacos, desarrollado por científicos de la Northwestern University (Estados Unidos) y publicado en el 'Journal of the American Chemical Society', disfraza de grasa a la quimioterapia para penetrar y destruir a los tumores.
Pensando que los medicamentos son 'grasas sabrosas', los tumores les invitan a entrar y, una vez allí, el fármaco dirigido se activa, suprimiendo inmediatamente el crecimiento del tumor. El fármaco también es más bajo en toxicidad que los medicamentos de quimioterapia actuales, lo que lleva a menos efectos secundarios.
"Es como un caballo de Troya. Parece un buen y pequeño ácido graso, por lo que los receptores del tumor lo ven e le invitan a entrar. Luego, el medicamento comienza a metabolizarse y mata las células tumorales", han explicado los investigadores
Para desarrollar el sistema, diseñaron un ácido graso de cadena larga con dos sitios de unión, capaces de unirse a los medicamentos en cada extremo. Posteriormente, este ácido graso se oculta dentro de la albúmina de suero humano (HSA), la cual transporta moléculas, incluidas las grasas, a todo el cuerpo.
Los receptores celulares del cuerpo reconocen las grasas y proteínas suministradas por la HSA y les permiten entrar. De rápido crecimiento, las células cancerosas consumen los nutrientes mucho más rápido que las células normales, por lo que cuando las células cancerosas metabolizan el fármaco oculto mueren.
"Es como que el ácido graso tiene una mano en ambos extremos: uno puede agarrar el medicamento y otro a las proteínas. La idea es disfrazar los medicamentos como grasas para que entren en las células y el cuerpo esté feliz de transportarlos", han dicho los expertos, que para su experimento utilizaron el medicamento paclitaxel, aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés).
Asimismo, los investigadores descubrieron que podían administrar 20 veces la dosis de paclitaxel con su sistema, en comparación con otros dos medicamentos a base de paclitaxel. Pero incluso en una cantidad tan alta, el fármaco en el sistema desarrollado era 17 veces más seguro.