MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores han diseñado un sistema de toldos de plástico de flujo constante y rentable que puede ayudar a proteger a los trabajadores sanitarios que corren el riesgo de contraer una infección por coronavirus en el aire mientras administran ventilación no invasiva u oxígeno, según un artículo de investigación publicado en la revista 'European Respiratory Journal'.
La asistencia ventilatoria con ventilación no invasiva (HFNC, por sus siglas en inglés) se utiliza a menudo para tratar a personas con insuficiencia respiratoria, un síntoma de la enfermedad grave por coronavirus, ya que ayudan a los pacientes con dificultades respiratorias a respirar empujando el aire a presión hacia los pulmones a través de una máscara que cubre la boca y/o la nariz. Esto puede aliviar la necesidad de utilizar ventiladores mecánicos invasivos a demanda, pero existe la preocupación de que el riesgo de infección aumente para los trabajadores sanitarios que tratan a pacientes con asistencia respiratoria no invasiva.
"La ventilación no invasiva es una solución, pero puede aumentar el riesgo de infección para los trabajadores de la salud, ya que las partículas de virus pueden ser transportadas por el aire debido a la fuga de la mascarilla, la velocidad y dirección del flujo de aire, o por la tos del paciente. El sistema de ventilación de flujo constante que diseñamos y construimos aborda este riesgo, eliminando la exposición de los trabajadores de la salud a esta situación potencialmente peligrosa", explica el líder del trabajo, Yochai Adir, de la División Pulmonar del Centro Médico Lady Davis Carmel (Israel).
El dosel de plástico flexible forma una cámara de aire que cubre la parte superior del cuerpo del paciente. La cubierta está conectada a un sistema que contiene un filtro de aire de alta calidad que limpia el aire, y un ventilador eléctrico que crea una presión negativa, tirando del aire filtrado al aire libre. El sistema de cubierta puede ser usado para soportar hasta cuatro pacientes a la vez.
Los investigadores dicen que el plástico utilizado para el diseño de la cubierta no permite que el fluido o las partículas pasen a través de ella y que ha sido probada contra los estándares internacionales, que califican la efectividad basada en el número y el tamaño de las partículas en el aire que pasan a través del material.
"Instalamos este sistema rentable dentro de nuestro hospital y descubrimos que permite la prestación de apoyo ventilatorio no invasivo con un riesgo mínimo de infección para el personal médico. Permite alternativas a la ventilación mecánica para pacientes con infección de coronavirus de moderada a grave, que de otra manera podrían quedar sin tratamiento debido a la escasez de equipo", apunta Adir.
Los investigadores dicen que la barrera física entre los pacientes y el personal médico creada por el dosel podría dificultar la administración del tratamiento, y el tamaño del sistema puede ser difícil de instalar en salas de tratamiento pequeñas.