MADRID 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Casi 10 millones de niños de países de bajos ingresos como Nigeria y Pakistán no han sido nunca vacunados, lo que les hace vulnerables a enfermedades mortales como la poliomielitis, el sarampión y la neumonía. Dos tercios de estos niños con "dosis cero" viven por debajo del umbral internacional de pobreza, sus familias subsisten con menos de 2,35 dólares al día en pueblos pobres, en barrios marginales urbanos, en zonas de conflicto.
En los últimos 20 años, las organizaciones internacionales encabezadas por GAVI, la Alianza para las Vacunas, en colaboración con los gobiernos nacionales, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, han conseguido que un número significativamente mayor de niños de países pobres de África y de otros lugares reciban las vacunas sistemáticas: el 81% hoy en día, frente al 59% en el año 2000.
Y esto ha tenido un gran impacto, al conseguir un descenso del 70% en la mortalidad infantil por enfermedades prevenibles con vacunas en dos décadas.
Por ello, los investigadores se han planteado qué hay de las causas profundas de la no vacunación de los más jóvenes, si se trata de un problema relacionado únicamente con la pobreza, con la incapacidad de los gobiernos nacionales y sus departamentos de salud pública para llegar a las comunidades más vulnerables, o simplemente con la incapacidad de superar desventajas sociales muy arraigadas.
Un nuevo estudio canadiense-indio sobre decenas de miles de niños con cero dosis en la India sugiere que las causas de las bajas tasas de vacunación en los países de renta baja son todas esas y otras.
Publicado en la revista 'Lancet Global Health' y dirigido por la profesora de salud pública de la Universidad de Montreal (Canadá) Mira Johri con sus colegas S.V. Subramanian, de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, y Sunil Rajpal, de la Universidad FLAME de Pune, en la India, el estudio analiza un cuarto de siglo de datos de encuestas nacionales para comprender mejor cómo las desigualdades sociales, económicas y geográficas en la India determinaron las posibilidades de que los niños permanecieran sin vacunar entre 1992 y 2016.
Los investigadores analizaron los datos de cuatro rondas de encuestas de cerca de 73.000 bebés de entre 12 y 23 meses, la edad estándar en la que se evalúan los datos de inmunización. Descubrieron que la India había hecho un enorme progreso en la vacunación rutinaria de los niños: la proporción de niños sin dosis en la India se redujo tres veces en un cuarto de siglo: del 33% en 1992 al 10% en 2016.
Pero también descubrieron que, en 2016, los niños seguían concentrándose en los grupos desfavorecidos, incluidos los hogares con ingresos más bajos y los niños nacidos de madres sin educación formal.
Además, en comparación con los niños vacunados, los niños con cero dosis tenían más probabilidades de sufrir desnutrición. Por ejemplo, en 1992, el 41% de los niños con dosis cero tenían un retraso grave en el crecimiento, frente al 29% de los niños vacunados; en 2016, las cifras habían disminuido pero seguían siendo desproporcionadas, con un 25% de niños con dosis cero con retraso grave en el crecimiento frente al 19% de los vacunados. En total, en 2016, se calcula que había 2,9 millones de niños con dosis cero en la India, concentrados en los estados y distritos menos desarrollados y en varias zonas urbanas.
"A lo largo de un período de 24 años en la India, el estado de cero dosis de los niños fue moldeado por las desigualdades sociales a gran escala y siguió siendo un marcador consistente de la vulnerabilidad generalizada --concluyen los investigadores--. Hay que dar prioridad a las intervenciones que aborden este ciclo de desigualdades intergeneracionales".
La profesora Johri destaca la singularidad del trabajo de ella y sus colegas, ya que "es el primero en rastrear patrones agregados en niños de dosis cero a lo largo del tiempo a nivel mundial y en la India".
Subramanian, profesor de salud de la población y geografía en Harvard, añade que "a lo largo de los 24 años analizados, la proporción de niños con dosis cero en la India se redujo en algo más del 23% en términos absolutos, con reducciones más rápidas entre los más desfavorecidos. Se trata de un tremendo logro nacional", resalta.
Sin embargo, Rajpal, profesor adjunto de economía en FLAME, advierte de que "estos niños siguen concentrándose en grupos socialmente desfavorecidos, como los hogares rurales, los más pobres, los musulmanes, las madres con menos estudios y las embarazadas que no se benefician plenamente de los servicios sanitarios".
A nivel más global, la experiencia india sugiere que "el estado de vacunación infantil de dosis cero es un importante marcador de vulnerabilidad vinculado a la desventaja sistemática a lo largo de la vida --subraya Johri--. Identificar a los niños con dosis cero e intervenir pronto para abordar las complejas fuentes de desventaja a las que se enfrentan tiene el potencial de transformar las oportunidades de vida y combatir las desigualdades intergeneracionales. Debería ser una prioridad absoluta para la comunidad internacional".