MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una investigación destaca la diálisis peritoneal como una alternativa terapéutica para aquellos pacientes con insuficiencia cardiaca refractaria, y de gran utilidad tanto para controlar y disminuir la sobrecarga congestiva y mantener la función renal como por los beneficios para el estado global del paciente, y que éste pueda lograr un trasplante cardiaco.
Los resultados, presentados en la XI Reunión Nacional de Diálisis Peritoneal y Hemodiálisis Domiciliaria organizada por la Sociedad Española de Nefrología, han mostrado que a los 6 meses del inicio del tratamiento de diálisis peritoneal, el 61 por ciento de los pacientes presentaron mejor graduación en la escala de insuficiencia cardiaca (NYHA), el 56 por ciento requirieron menos diuréticos, y la función renal se pudo mantener en el 78 por ciento de la población.
El estudio, que analizó los datos de todos los pacientes con insuficiencia cardiaca refractaria incluidos en programa de diálisis peritoneal del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia desde el año 2014 al año 2019, también muestra que el 72 por ciento presentó menor número de ingresos hospitalarios y el 26 por ciento de los pacientes fueron incluidos en lista de trasplante cardiaco.
La insuficiencia cardiaca es una de las principales causas de hospitalización en la mayoría de países desarrollados, y es una patología que implica la coexistencia y/o progresión de varias comorbilidades, siendo una de las principales la aparición o el empeoramiento de la enfermedad renal crónica (ERC), que se produce cuando los riñones no son capaces de realizar su función renal.
La diálisis peritoneal es una de las técnicas de tratamiento renal sustitutivo que existen, y consiste en una diálisis que se realiza a través del peritoneo del propio paciente, y que éste generalmente realiza en el ámbito domiciliario con seguimiento especializado.
Por todo ello, los investigadores destacaron que la diálisis peritoneal puede considerarse una técnica de gran ayuda para adecuar al paciente cardiaco y renal, como una técnica puente, con el fin de lograr incluirlo en lista de trasplante cardiaco y llegar al implante.