VALÈNCIA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos advierten de que las alteraciones del sueño provocan "fatiga persistente, dificultades de concentración y alteraciones del ánimo" y que en muchos casos los síntomas "se confunden con estrés, ansiedad o depresión, sin que se llegue a explorar el origen fisiológico del problema", según ha señalado el grupo Vithas.
Alrededor del 20-30% de los adultos españoles padecen de insomnio, mientras que se estima que la apnea obstructiva del sueño (AOS) afecta a más del 10% de la población adulta, aunque la mayoría de los casos no están diagnosticados. La consecuencia es un número creciente de personas que trabajan sin descanso real.
Al respecto, la especialista en neumología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, la doctora Amina Bekki, ha advertido de que "nos enfrentamos a una fatiga crónica socialmente aceptada" y ha recalcado que "no tratar el insomnio es muy peligroso porque normaliza el bajo rendimiento, los errores en el trabajo, el absentismo laboral y la desconexión emocional, todo bajo la etiqueta del 'agotamiento'".
Según la especialista, "el sueño de calidad debería considerarse un indicador de salud poblacional, igual que lo es la presión arterial o la obesidad". Para la especialista "diagnosticar el insomnio es fundamental porque el sueño de mala calidad afecta gravemente la salud física y mental, pudiendo llevar a enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardiovasculares y depresión".
Los trastornos del sueño mal tratados pueden generar accidentes laborales y de tráfico, jubilaciones anticipadas, consumo excesivo de ansiolíticos o fármacos para la tensión arterial, incluso hospitalizaciones.
"En el caso de la AOS, -subraya la doctora Bekki- las pausas respiratorias nocturnas interrumpen el oxígeno cerebral repetidamente, elevando el riesgo de hipertensión, arritmias, infarto e ictus. Y, sin embargo, la solución no es compleja. Una prueba sencilla como la poligrafía respiratoria puede detectar la AOS y cuantificarla".
DIAGNÓSTICO CORRECTO
Sin embrago, un diagnóstico y tratamiento correctos pueden aliviar los síntomas, mejorar el estado de ánimo, aumentar el rendimiento diurno y restaurar la funcionalidad general del paciente. Además, el diagnóstico permite detectar otros problemas como la apnea del sueño o el síndrome de movimientos periódicos de las piernas, que también interrumpen el sueño y requieren intervenciones específicas.
"El diagnóstico ayuda a determinar si el insomnio es primario o si hay una condición médica o de salud mental subyacente que lo está provocando. Al entender la causa, se puede seleccionar la estrategia terapéutica más efectiva, que puede incluir terapia cognitivo-conductual, medidas no farmacológicas o, en algunos casos, medicación específica.
En el caso de la AOS, conseguir un peso ideal, establecer una estrategia clara de medidas higiénico-dietéticas y, en su caso, el inicio de terapia con CPAP nocturna podrían mejorar significativamente la calidad del sueño y prevenir el riesgo cardiovascular relacionado con esa patología", afirma la doctora Bekki.