MADRID, (EUROPA PRESS)
Detectar patologías cerebrales, malformaciones intestinales, de columna, genitourinarias o hernia diafragmática congéntica durante la gestación es posible gracias a la resonancia magnética fetal, una técnica que usa el electromagnetismo para obtener una imagen diagnóstica.
Así lo ha asegurado a Europa Press el jefe asociado del servicio de diagnóstico por imagen del Hospital Universitario Quirón de Madrid, Manuel Recio, quien ha explicado que la exploración se sirve de un imán que consigue alterar la posición de las moléculas de agua en el organismo.
Además, dispone de unos detectores que recogen las variaciones que en la posición de estas se producen en el interior del cuerpo humano, generando así una imagen. "Es una técnica que se utiliza en los casos en los que se detecta una anomalía en la ecografía o cuando el embarazo es de riesgo", ha apostillado el experto.
ADQUISIÓN "RÁPIDA" DE LAS IMAGENES
Y es que, aunque la ecografía es el método de estudio rutinario del feto, en ocasiones es necesario obtener imagenes de "mayor calidad" para detectar alteraciones, preparar cirugías fetales o para manejos esoeciales posnatales tras el parto.
Una de sus mayores aplicaciones, según ha explicado Recio, es el estudio intraútero del desarrollo cerebral, debido a que, gracias a su adquisión "rápida" de imagen, hace biometría cerebral y análisis de desarrollo de los giros corticales, la mielinización y la migración neuronal.
Asimismo, es superior a la ecografía en el estudio de la sustancia blanca del cerebro y permite diagnosticar lesiones isquémicas agudas fetales. Otras patologías que permite detectar son torácicas, malformación adenomatoidea quística, el secuestro broncopulmonar y las masas fetales.
"Es un tratamiento inocuo y se suele recomendar a partir del 2 o 3 trimestre del embarazo con el fin de que tengan un tamaño suficiente para que se obtengan unas adecuadas imágenes diagnósticas", ha zanjado el experto.