MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
En uno de los estudios más grandes de este tipo, los investigadores de Orlando Health han hecho progresos en la búsqueda de formas de detectar una lesión cerebral traumática y cada vez más cerca de prevenir más daños ya que han ideado un análisis de sangre que detecta una conmoción cerebral y las lesiones subconcusivas.
Las lesiones subconcusivas a menudo no muestran síntomas o efectos inmediatos, pero pueden causar desgaste en el cerebro con el tiempo y lesiones repetidas.
El último estudio, publicado en la revista 'BMJ Paediatrics Open', incluye a más de 700 pacientes de la sala de emergencias, niños y adultos. El estudio nos acerca a desarrollar un análisis de sangre estándar para detectar estas lesiones lo antes posible.
"Una característica única de este estudio es que incluye a pacientes que se golpean la cabeza pero no tienen síntomas --dice la doctora Linda Papa, autora principal del estudio y doctora en medicina de emergencia en Orlando Health--. Este grupo rara vez, si es quese ha hecho alguna, está incluido en los estudios de biomarcadores".
El análisis de sangre busca dos proteínas (GFAP y UCH-L1) que se encuentran en nuestros cerebros y se liberan en la sangre después de una lesión, causando niveles más altos de los cuales podrían indicar una conmoción cerebral o una lesión subconcusiva.
La doctora Papa ha estado estudiando estos biomarcadores durante más de una década. Algunos de sus estudios anteriores se han centrado en los atletas, pero ahora está ampliando su investigación sobre lesiones subconcusivas a la población general y a todos los grupos de edad.
Históricamente, las personas que sufren traumatismo craneal sin síntomas de conmoción cerebral pueden haber sido clasificadas como "sin lesiones". Además, hay muy pocos estudios que aborden el impacto de las lesiones subconcusivas después de un traumatismo craneoencefálico en la población civil, a diferencia de los militares o los atletas.
"Se estima que anualmente se producen hasta 3,8 millones de conmociones cerebrales en Estados Unidos por deportes organizados y recreativos, y hay más de 2 millones de visitas a emergencias por lesiones cerebrales traumáticas y conmociones cerebrales --dice Papa--. Es un problema de salud significativo tanto en atletas como en no atletas".
El estudio examinó a pacientes con conmociones cerebrales, aquellos con traumatismo craneal sin signos evidentes de conmoción cerebral y aquellos con traumatismo corporal sin traumatismo craneoencefálico o conmoción cerebral. Se encontraron niveles elevados de ambos biomarcadores en pacientes con traumatismo craneoencefálico no concusivo, lo que podría indicar una lesión cerebral subconcusiva.
Además, este análisis de sangre es aún más profundo que una tomografía computarizada rutinaria. Estudios anteriores que utilizaron los dos biomarcadores se han centrado en detectar lesiones cerebrales, pero las lesiones subconcusivas no necesariamente dan lugar a lesiones, e incluso la gran mayoría de los pacientes con conmociones cerebrales tienden a tener una tomografía computarizada normal.
"El estudio incluye una variedad de pacientes con diferentes mecanismos de lesiones, incluidos accidentes automovilísticos, caídas y accidentes de bicicleta, además de lesiones recreativas y deportivas --dice Papa--. No se limita a un solo grupo de tipos de lesiones".
Varias compañías ahora están trabajando en el desarrollo de un dispositivo de mesa para el laboratorio del hospital, junto con un dispositivo portátil que se pueda usar para detectar lesiones subconcusivas en una gran variedad de entornos, incluidos eventos deportivos, en la ambulancia, en el lugar de los accidentes automovilísticos, en entornos militares o incluso después de un simple golpe en la cabeza. "La tecnología estará en uno o dos años", avanza Papa.