MADRID 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
La parálisis cerebral es la causa más frecuente de discapacidad en el niño, señalan desde la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), que recuerda que la detección temprana y un tratamiento precoz y multidisciplinar son claves en la atención de estos pacientes.
Con motivo del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, este domingo 6 de octubre, recuerdan que, en España, se calcula que puede haber hasta 15.000 menores de 18 años con parálisis cerebral --teniendo en cuenta que la prevalencia es de 1.5-2,5 por cada 1.000--, basándose en datos de estudios en países desarrollados. A día de hoy muchos casos se diagnostican tarde por la falta de atención por un pediatra especialista en Neuropediatría.
"Las complicaciones asociadas son muchas y es importante que las reconozca un experto en Neuropediatría. Así, es una enfermedad que exige un diagnóstico precoz, atención temprana, ciertas medicaciones como la toxina botulínica, fisioterapia, rehabilitación, logopedia, terapia ocupacional, y diversos apoyos para el aprendizaje y las actividades de la vida diaria", avisa la presidenta de SENEP, Rocío Sánchez-Carpintero.
Necesita, por tanto, un diagnóstico rápido y un tratamiento precoz, "que dependen de que sean vistos por un neuropediatra en el primer año de vida", explica esta experta, que advierte además que "la parálisis cerebral es un trastorno del control motor por lesión cerebral temprana no progresiva, que se asocia con frecuencia a epilepsia y a discapacidad intelectual, aunque no siempre".
"Hay personas con parálisis cerebral que tienen una inteligencia completamente normal", afirma la doctora Sánchez-Carpintero. Esta patología produce incapacidad para caminar o dificultad importante para hacerlo, según prosigue, de manera que se dificultan las actividades de la vida diaria por la interferencia que se produce en los movimientos.
"Esto suele ser debido en la mayor parte de los casos a la espasticidad (aumento del tono muscular, rigidez), a la distonía (alteración de la coordinación de la contracción muscular), o a la presencia de movimientos anormales que interfieren la actividad voluntaria de la persona", añade esta neuropediatra.
Las causas de la parálisis cerebral son en general multifactoriales, tal y como indica Sánchez-Carpintero, si bien señala que se conocen bien los factores de riesgo: prematuridad, sufrimiento al nacer, infartos perinatales, infecciones durante el embarazo, meningitis en la infancia, traumatismos craneoencefálicos, y ahora se van conociendo también alteraciones genéticas que dan lugar a un desarrollo alterado del cerebro con afectación de áreas motoras entre otras.
"El neuropediatra detecta esta patología al observar los signos tempranos del desarrollo motor, que previamente puede haber detectado el pediatra del niño. Es el neuropediatra quien debe indicar las pruebas necesarias para conocer las causas y quien puede confirmar el diagnóstico. Además, es quien identifica y puede tratar los problemas frecuentemente asociados: epilepsia, discapacidad intelectual, trastornos de aprendizaje, déficit de atención, espasticidad, reflujo gastroesofágico, o el estreñimiento, entre otros", concluye la presidenta de la Sociedad Española de Neuropediatría.