MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
Operarse de una hernia discal lumbar y marcharse a casa en el mismo día era algo impensable hace unos años, sin embargo,
el neurocirujano especialista en cirugía de columna, el doctor Bartolomé Oliver, recuerda que gracias a la técnica denominada discectomía endoscópica transforaminal es posible tratarla de manera ambulatoria.
"Con esta técnica puede extirparse hernias de gran volumen, que son las que mejor responden a esta cirugía mínimamente invasiva, al igual que ocurre con las hernias extraforaminales y las mediales voluminosas. Sin embargo, cuando existe significativa asociación a estenosis de canal, es preferible utilizar otras técnicas", explica.
Este procedimiento aprovecha un orificio natural para llegar al disco intervertebral sin lesionar los tejidos ni el hueso. Así, con anestesia local y sedación -o anestesia general si el paciente lo prefiere- el neurocirujano coloca a través de una única incisión de tan sólo 5 milimetros la cánula de trabajo en el espacio discal.
Por ella tiene una visión directa con el endoscopio y puede acceder y corregir la hernia igual que con la microcirugía (microdiscectomía); es decir, retirar el disco degenerado que está comprimiendo los nervios y solucionar el problema. Una hora después el paciente puede deambular y volver a su casa.
Los pacientes intervenidos mediante discectomía endoscópica transforaminal tienen una recuperación tan rápida que puede hacerse como cirugía ambulatoria, aunque preferimos que esté en reposo 24 horas y recomendamos utilizar una faja o lumbostato durante la primera semana o 15 días evitando un exceso de movimiento en la zona operada
"Disponer de una cirugía mínimamente invasiva como la discectomía endoscópica transforaminal no obliga a utilizarla siempre. Se elige en los casos donde tiene mayores ventajas para el paciente respecto a las técnicas de microcirugía convencionales, mucho más difundidas", explica el doctor Oliver, fundador del Instituto Oliver & Ayats, ubicado en el Centro Quirón Teknon, en Barcelona
"Nuestra experiencia se remonta a los últimos 15 años donde hemos podido observar el beneficio que representa esta técnica para los pacientes y la seguridad que ofrece el hecho de realizar el procedimiento bajo monitorización neurofisiológica intraoperatoria en todo momento, de manera que si se produce una irritación excesiva de algún nervio se detecta de forma inmediata y se puede evitar", afirma el doctor Emilio Ayats, neurocirujano y referente en tratamientos de patología de columna vertebral del Centro Médico Teknon.