MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El desinfectante gluconato de clorhexidina (CHG) parece ser la solución de irrigación más eficaz para su uso como parte del tratamiento quirúrgico de los tumores óseos, según sugiere un estudio experimental publicado en la revista científica 'The Journal of Bone & Joint Surgery'.
De las diversas soluciones utilizadas para eliminar las células tumorales restantes después de la cirugía, una solución de CHG al 0,05 por ciento parece ser la más eficaz para eliminar las células tumorales óseas cultivadas, según un estudio de laboratorio liderado por el doctor Matthew J. Thompson, de la Universidad de Washington, Seattle (Estados Unidos).
Algunos pacientes con tumores óseos se someten a un procedimiento quirúrgico denominado legrado intralesional. En este procedimiento, se raspa el tumor conservando la mayor cantidad posible de hueso sano.
Un tratamiento adyuvante habitual es la irrigación de la zona operada del hueso con algún tipo de solución química. Esta irrigación se lleva a cabo para reducir el número de células restantes que podrían dar lugar a la reaparición del tumor y a la resiembra.
Se han utilizado varias soluciones diferentes para la irrigación del lecho tumoral, como solución salina, etanol y diversos desinfectantes. El doctor Thompson y sus colegas realizaron una serie de experimentos para determinar cuál de estas soluciones tiene los mayores efectos citotóxicos (de eliminación de células) contra las células tumorales óseas.
En los experimentos se utilizaron cultivos de dos tipos de tumores óseos: el tumor de células gigantes, un tumor benigno pero agresivo, y el condrosarcoma, un tipo de cáncer óseo. Los cultivos de células tumorales se trataron con una de seis soluciones diferentes: agua estéril, solución salina al 0,9 por ciento, etanol al 70 por ciento, peróxido de hidrógeno al 3 por ciento, CHG al 0,05 por ciento y povidona yodada al 0,3 por ciento. Se comparó la citotoxicidad de los distintos tratamientos.
De los seis tratamientos, sólo la CHG tuvo una eficacia de eliminación de células equivalente a una solución de control con un 100 por cien de citotoxicidad, y este resultado se observó independientemente del período de tratamiento (es decir, 2 minutos o 5 minutos).
Ninguna de las otras soluciones se acercó a la eficacia de eliminación de células de la CHG. Sólo dos soluciones (agua estéril y peróxido de hidrógeno) fueron superiores a un tratamiento de control con baja citotoxicidad. Las otras tres soluciones probadas (solución salina, etanol y povidona yodada) mostraron poca o ninguna citotoxicidad.
La clorhexidina es un desinfectante conocido con varios usos médicos, entre ellos como agente antiséptico tópico antes de la cirugía. Se utiliza habitualmente y está disponible, con una seguridad 'in vivo' demostrada en otras aplicaciones quirúrgicas y una toxicidad prevista menor en comparación con algunos agentes utilizados actualmente.
El estudio demuestra que la CHG es muy eficaz para eliminar las células tumorales óseas, al menos en condiciones de laboratorio. "Por lo tanto, el uso de una solución de CHG al 0,05 por ciento podría servir clínicamente como posible adyuvante químico durante el legrado intralesional del condrosarcoma y [los tumores de células gigantes]", concluye el doctor Thompson.
Los investigadores subrayan que serán necesarios más estudios para evaluar los resultados de la irrigación con CHG en pacientes sometidos a cirugía. "Creemos que es importante seguir explorando mejores formas de lograr un control local duradero de los tumores benignos agresivos como el tumor óseo de células gigantes, que se asocian a un alto riesgo de recidiva local cuando se tratan con el legrado intralesional ampliado convencional", ha remachado el investigador.