MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Institute for Systems Biology (ISB) han identificado varios factores que se pueden medir en el punto inicial del diagnóstico de Covid-19 que anticipan la probabilidad de que un paciente desarrolle Covid persistente, que según algunas estimaciones podría afectar al 40 por ciento de los pacientes.
Una parte significativa de las personas que contraen el virus SARS-CoV-2 sufren efectos crónicos conocidos como secuelas post agudas de COVID-19 (PASC), comúnmente conocido como COVID prolongado o persistente. Los síntomas de PASC incluyen fatiga, confusión mental, pérdida del gusto y el olfato, dificultad para respirar y más.
Los factores 'PASC' que han descubierto los investigadores son la presencia de ciertos autoanticuerpos, diabetes tipo 2 preexistente, niveles de ARN del SARS-CoV-2 en la sangre y niveles de ADN del virus de Epstein-Barr en la sangre. "Identificar estos factores PASC es un gran paso adelante no solo para comprender el COVID prolongado y tratarlo potencialmente, sino también qué pacientes tienen mayor riesgo de desarrollar afecciones crónicas", ha señalado el presidente de ISB, el doctor Jim Heath, coautor correspondiente del trabajo.
"Estos hallazgos también nos están ayudando a enmarcar nuestro pensamiento en torno a otras afecciones crónicas, como el síndrome de Lyme posagudo, por ejemplo", señala el investigador, quien publicará este estudio en 'Cell'.
Además, los investigadores encontraron que los casos leves de COVID-19, no solo los casos graves, se asocian con una COVID prolongada. También sugieren que la administración de antivirales muy temprano en el curso de la enfermedad puede potencialmente prevenir algunos PASC.
"El COVID prolongado está causando una morbilidad significativa en los sobrevivientes de COVID-19, pero la patobiología no se conoce bien", ha añadido el doctor Jason Goldman, coautor del artículo y experto en enfermedades infecciosas en Swedish.
"Nuestro estudio combina datos clínicos y resultados informados por pacientes con análisis multiómicos profundos para desentrañar asociaciones biológicas importantes que ocurren en pacientes con PASC. Ciertos hallazgos, como el estado bajo de cortisol en pacientes con COVID prolongado, tienen el potencial de trasladarse rápidamente a la clínica. Nuestros resultados forman una base importante para el desarrollo de terapias para tratar la COVID prolongada", ha señalado.
Los investigadores recolectaron muestras de sangre e hisopos de 309 pacientes con COVID-19 en diferentes momentos para realizar un fenotipado integral que se integró con datos clínicos y síntomas informados por los pacientes para llevar a cabo una investigación longitudinal multiómica profunda.
Un hallazgo clave del estudio se relaciona con la carga viral, que se puede medir cerca del diagnóstico para predecir síntomas prolongados de Covid. "Descubrimos que las mediciones virales en sangre tempranas están fuertemente asociadas con ciertos síntomas prolongados de Covid que los pacientes desarrollarán meses después", ha explicado el doctor Yapeng Su, coautor principal y coautor correspondiente del artículo.
Además, los investigadores encontraron que el virus de Epstein-Barr (EBV), un virus que infecta al 90 por ciento de la población humana y normalmente está inactivo en el cuerpo después de la infección, se reactiva pronto después de la infección por SARS-CoV-2, que está significativamente asociado con futuros síntomas prolongados de Covid. "Esto puede estar relacionado con la desregulación inmunológica durante la infección por COVID-19", ha agregado Su.
El equipo también descubrió que los autoanticuerpos (que se asocian con enfermedades autoinmunes como el lupus) anticipan PASC en el momento del diagnóstico, y que a medida que aumentan los autoanticuerpos, disminuyen los anticuerpos protectores contra el SARS-CoV-2. Esto sugiere una relación entre Covid prolongado, autoanticuerpos y pacientes con riesgo elevado de reinfecciones.
"Muchos pacientes con autoanticuerpos altos tienen simultáneamente anticuerpos (protectores) bajos que neutralizan el SARS-CoV-2, y eso los hará más susceptibles a infecciones emergentes", ha explicado Daniel Chen, coautor del artículo.