MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos)han desarrollado unas nuevas superficies de titanio 'superhemófobas' que repelen la sangre en caso de contacto con el objetivo de poder utilizarse para implantes quirúrgicos y evitar el riesgo de infección o rechazo por parte del organismo.
Según detallan en la revista 'Advanced Healthcare Materials', la clave ha sido conseguir hojas de titanio cuya superficie está químicamente alterada para desarrollar una barrera perfecta entre el titanio y la sangre.
Los investigadores llevaron a cabo experimentos con este material que muestran niveles muy bajos de adhesión plaquetaria, un proceso biológico que conduce a la coagulación de la sangre y al eventual rechazo de un material extraño.
Los autores admiten que el desarrollo de un material "fóbico" o repelente a la sangre puede parecer contraindicado para un implante si se tiene en cuenta que hay que usar materiales biológicamente compatibles con la sangre.
"Estamos utilizando un material con el que la sangre no quiere entrar en contacto, con el fin de hacerlo compatible con ella", según ha reconocido Arun Kota, profesor de ingeniería biomédica y mecánica que ha participado en este trabajo.
De hecho, actualmente estos problemas de interacción de la sangre son responsables de que los 'stent' acaben formando coágulos u obstrucciones que, con el tiempo, den lugar a infartos o embolias.
Los investigadores analizaron las variaciones de las superficies de titanio, incluyendo diferentes texturas y químicas, y compararon el grado de adhesión y activación plaquetaria. Los nanotubos fluorados ofrecen la mejor protección contra la coagulación y por ello también planean llevar a cabo estudios para ver su fiabilidad.