MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) han desarrollado un sistema de administración de fármacos que permite una respuesta rápida a los ataques cardiacos sin intervención quirúrgica.
En pruebas de laboratorio y en animales, el sistema demostró ser eficaz para disolver los coágulos, limitar las cicatrices a largo plazo al tejido cardíaco y preservar una mayor parte de la función normal del corazón.
"Nuestro enfoque permitiría comenzar a tratar los ataques cardiacos antes de que un paciente llegue a un quirófano, con la esperanza de mejorar los resultados", señala Ashley Brown, autor correspondiente del trabajo, publicado en la revista 'ACS Nano'.
La solución de los investigadores se basa en esferas de nanogel porosas, de unos 250 nanómetros de diámetro, que se dirigen a un trombo y administran un cóctel de dos fármacos: tPA e Y-27632. Un trombo puede estar compuesto de varias sustancias, como plaquetas o placas arteriales, pero todas contienen una sustancia llamada fibrina. Por lo tanto, para detectar bloqueos, cada nanogel está cubierto con proteínas que se unen específicamente a la fibrina. En otras palabras, cuando los nanogeles alcanzan un trombo, se pegan.
El tPA y el Y-27632 se encuentran en capas dentro de la nanoesfera, con el tPA formando un caparazón que rodea al Y-27632. Como resultado, el tPA se filtra primero en el lugar del trombo, lo que le permite hacer su trabajo, que es descomponer la fibrina y disolver el coágulo.
A medida que se libera el tPA, Y-27632 escapa del nanogel. Mientras que el tPA se dirige al propio coágulo, el objetivo del Y-27632 es limitar el daño causado por la lesión por reperfusión. Lo hace al limitar la rigidez de las células en el área que contribuyen a la cicatrización. Esto permite que estas células retengan más de su plasticidad, mejorando su capacidad de funcionar normalmente y preservando más funciones cardíacas.
En pruebas in vitro, los investigadores encontraron que el cóctel tPA/Y-27632 disolvió los coágulos en cuestión de minutos. Si bien esto aún no se ha probado en los ensayos, puede funcionar más rápido que las intervenciones quirúrgicas, que requieren tiempo para preparar al paciente y colocar el catéter en su lugar.
En pruebas con ratas de laboratorio, los investigadores también descubrieron que su técnica limitaba la cicatrización y preservaba la función cardíaca después del ataque cardíaco mejor que el tPA o Y-27632 por sí mismos, y mucho mejor que un grupo de control en el que los animales no recibieron ningún fármaco.
Otro beneficio de los nanogeles gelificados es que, debido a su pequeño tamaño, pueden dirigirse incluso a aquellos vasos sanguíneos que son demasiado pequeños para alcanzarlos utilizando catéteres.
"Si bien todavía estamos en las primeras etapas de desarrollo de esta tecnología, sabemos que es importante reconocer los problemas relacionados con el coste. Dada la complejidad del sistema de administración de fármacos, debería ser comparable o un poco más costoso que los productos terapéuticos de proteínas recombinantes actualmente en uso clínico, como el tPA en sí mismo. Sin embargo, debido a que los medicamentos son específicos, es probable que las dosis sean más pequeñas. Eso debería ayudar a mantener los costes comparables a los medicamentos existentes en el mercado", concluye Brown.