MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los resultados de un estudio noruego muestran que una nueva prueba genética para caracterizar la microbiota intestinal puede ayudar a diagnosticar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en niños y predecir qué niños desarrollarán la enfermedad más extensamente y necesitarán temprano una intervención agresiva.
Investigadores de Oslo, en Noruega, evaluaron los perfiles de la microbiota fecal en más de cien niños recién diagnosticados con EII y encontraron una clara distinción entre los perfiles de estos niños y un grupo saludable de comparación. También hallaron que los niños con los perfiles de microbiota más alterados (disbiosis) tenían la EII más extensa y eran más propensos a necesitar terapia biológica en el futuro.
En la reunión anual de la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y Nutrición (ESPGHAN, por sus siglas en inglés), que se celebra en Praga, la investigadora principal, la doctora Christine Olbjorn, del Departamento de Medicina Pediátrica y Adolescente en el Hospital Universitario Akershus en Oslo explica que el estudio indica que este tipo de evaluación del perfil podría ser clínicamente útil en la práctica pediátrica y la atención a largo plazo del paciente.
"La EII suele ser mucho más agresiva en los niños que en los adultos, pero es muy difícil predecir el curso individual de la enfermedad -subraya--. Nosotros y otros investigadores estamos interesados en el potencial del perfil de la microbiota fecal para ayudarnos a diagnosticar y manejar a estos niños y hemos tenido ayuda por la disponibilidad de nuevas pruebas genéticas que pueden cuantificar diferentes especies bacterianas en el intestino".
DIFERENTES ESPECIES DE BACTERIAS
Para realizar el estudio, Olbjorn y colegas de otros centros especializados de Noruega recogieron muestras fecales de 235 niños y adolescentes (80 niños con enfermedad de Crohn, 27 con colitis ulcerosa, tres con EEI sin clasificar, 50 con síntomas, pero sin diagnóstico de EII y 75 niños sanos). Se analizaron las muestras mediante una nueva prueba denominada 'GA-map IBD Disbiosis Test', que utiliza perfiles avanzados de ADN para identificar hasta 300 bacterias diferentes en distintos niveles taxonómicos. Se compararon los perfiles de la microbiota entre los niños con EII, aquellos con síntomas, pero sin diagnóstico de EII, y niños sanos.
"Encontramos que la intensidad de la señal de la prueba, que indica la abundancia de diferentes especies bacterianas, se redujo significativamente en los niños con EII y aquellos con síntomas, pero no EII, en comparación con los niños sanos", explica Olbjorn.
"Lo que quizás fue más intrigante fue que los niños con EII más extensa tenían significativamente más 'Clostridiales' y aquellos con enfermedad de Crohn extensa presentaban más 'Proteobacteria' que los niños con enfermedad limitada. Los niños que fueron posteriormente tratados con bloqueadores de TNF registraban una menor diversidad de 'Firmicutes' y 'Bacteroidetes', así como menor abundancia de 'Actinobacterias' antes del tratamiento que aquellos que fueron finalmente tratados con medicamentos convencionales".
Olbjorn cree que los resultados de este estudio añaden más apoyo a la opinión de que la disbiosis microbiana intestinal desempeña un papel clave en la patogénesis de la EII en los niños. "Nuestros hallazgos sugieren que pueden usarse los perfiles de microbiota fecal para identificar qué niños están destinados a una forma más severa de EII y que, por lo tanto, necesitan un monitoreo más intensivo y posiblemente un tratamiento más temprano y más agresivo", concluye.