MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un artículo publicado en la revista 'The Journal of Molecular Diagnostics' ha descrito el desarrollo de una especie de 'alcoholímetro', conocido como Bubbler, que se basa en la detección del ARN viral para diagnosticar el SARS-CoV-2. Su nombre deriva del sonido de burbujeo que se produce cuando el paciente exhala en el dispositivo.
El Bubbler no sólo transcribe de forma inversa el ARN de las partículas de virus transportadas por el aire en ADN para analizarlo mediante PCR, sino que también puede poner un código de barras a ese ADN, lo que permite relacionar las muestras directamente con el paciente del que proceden y utilizarlas para su secuenciación.
Puede utilizarse para lotes simultáneos de muestras agrupadas y proporciona información adicional, como la carga viral y la identidad de la cepa, y elimina la necesidad de estabilizar una muestra, lo que permite potencialmente realizar el ensayo en casa.
"La afectación del tracto respiratorio inferior suele ser un precursor de COVID-19 grave, por lo que existe un argumento a favor de un muestreo más directo centrado en el aliento exhalado", explica el investigador principal, William G. Fairbrother, de la Universidad de Brown en Providence (Estados Unidos).
La detección del virus mediante el Bubbler es similar a la prueba de PCR de los hisopos hospitalarios; sin embargo, es una mejor medida del riesgo de contagio, ya que detecta las partículas virales transportadas por el aire.
Las pruebas de frotis pueden dar un resultado positivo durante meses después de la infección, ya que detectan fragmentos de ARN viral en las células que persisten en las células previamente infectadas. Los investigadores informan de que el Bubbler también puede adaptarse al muestreo ambiental en hospitales, centros de transporte y entornos cerrados como oficinas, barcos y aviones.
Se examinaron 70 pacientes tratados en el Servicio de Urgencias del Hospital de Rhode Island entre mayo de 2020 y enero de 2021. El estudio analizó muestras de tres puntos del tracto respiratorio. Los raspados de la boca (raspados de saliva/lengua) y de 15 segundos de aliento exhalado recogidos en el Bubbler se compararon con los de una prueba de PCR con hisopo nasofaríngeo convencional.
El Bubbler es un tubo de vidrio con una pipeta de vidrio a través de la cual los pacientes pueden exhalar. El tubo se llena con una mezcla de reacción de transcripción inversa y aceite mineral frío.
El estudio determinó que el SARS-CoV-2 puede detectarse fácilmente en el aliento y es más predictivo de la afectación del tracto respiratorio inferior. El ARN viral está más enriquecido en el aliento en relación con las muestras orales, mientras que las muestras orales incluyen células implicadas en la replicación del SARS-CoV-2 que las muestras de aliento no incluyen. Esto sugiere que la señal viral detectada en el Bubbler procede de partículas virales activas.
Los investigadores también demostraron cómo podría adaptarse el Bubbler para detectar el virus en muestras transportadas por el aire. Para modelar el movimiento de las gotitas exhaladas en el aliento humano, se añadieron tres muestras únicas de ácido nucleico a tres humidificadores personales en diferentes ubicaciones a distintas distancias del Bubbler en una habitación con alto flujo de aire y en otra con bajo flujo de aire.
Aunque una exploración detallada de esta aplicación estaba fuera del alcance del estudio, los resultados demuestran el potencial de utilizar ácidos nucleicos aerosolizados para mapear cuantitativamente el flujo de aire en espacios interiores, y para detectar el SARS-CoV-2 en el aire.