VALENCIA 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Grupo de Biolectrónica-I3BH y del Centro de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico de la Universitat Politècnica de València (UPV) han diseñado un prototipo de sensor para el registro no invasivo de señales bioeléctricas en pacientes, que podría aplicarse en la evaluación y seguimiento de patologías cardíacas e intestinales, así como para el diagnóstico de partos prematuros, informa la institución académica en un comunicado.
El sistema, patentado por la UPV, se compone de una serie de electrodos anulares, un electrodo de disco y una completa circuitería para amplificar y filtrar las señales. Además, incluye un interfaz de comunicación inalámbrica para la transmisión de las señales captadas.
Según explican sus desarrolladores, permite disponer de información más detallada de diferentes áreas del órgano analizado con los electrodos, de forma que se obtienen registros bioeléctricos que aúnan altas prestaciones con el confort y la sencillez de manejo requerido en el ámbito clínico y ambulatorio.
"El equipo que hemos diseñado es capaz de registrar una señal de mayor calidad respecto a los equipos existentes en el mercado y se adapta mejor al entorno corporal, proporcionando un mayor confort al paciente. Además, la transmisión de las señales captadas es inalámbrica, eliminando totalmente el cableado, lo cual lo convierte en un dispositivo idóneo para registros ambulatorios, domiciliarios y en la realización de pruebas de esfuerzo", apunta Gema Prats, investigadora del Grupo de Bioelectrónica-I3BH de la UPV.
Entre sus características, destaca también por ser modular, de manera que los electrodos pueden ser reemplazados por otros nuevos. "Se trata del único sistema que permite el registro de señales bioeléctricas con electrodos anulares que posee esta característica, de especial relevancia para un sistema de uso clínico o ambulatorio puesto que permite cumplir con los necesarios requerimientos de higiene abaratando los costes de explotación del producto", destaca la Dra. Prats.
APLICACIONES
Las posibles aplicaciones del sistema desarrollado son muy amplias, desde el estudio de la actividad diafragmática en equipos de respiración asistida a la monitorización de la actividad mioeléctrica intestinal, llamada electroenterograma (EEnG).
Respecto a esta última, la doctora Prats apunta que se trata de una señal muy débil en comparación con la del corazón y con la de la respiración. "Un registro de calidad de la misma permitiría un diagnostico rápido, no invasivo y de bajo coste ante patologías que actualmente presentan un alto índice de mortalidad debido al largo tiempo de diagnosis", apunta Gema Prats.
Asimismo, puede emplearse como monitor de ECG en registros en reposo destinados al diagnóstico de patologías cardiacas (electrocardiografía tradicional) y en registros ambulatorios de larga duración en los que el paciente debe llevar los electrodos puestos durante varias horas. "En este caso, poder captar el ECG con solo un sensor que incluye diferentes conductores implica la eliminación de cableado, y por ende una mayor comodidad para el paciente. Asimismo podría emplearse como sistema de monitorización de pruebas de esfuerzo", destaca la Dra. Prats.
Otro de los ámbitos en los que se ha evaluado el prototipo diseñado por los investigadores de la UPV es el registro no invasivo de la señal mioeléctrica uterina durante la gestación y el parto (electrohisterograma, EHG). "Actualmente, la aplicación clínica de esta técnica para el estudio de la dinámica uterina y los patrones de propagación -directamente relacionados con el horizonte temporal del parto- está limitada porque las técnicas convencionales de captación de señal no tienen la suficiente calidad. Con esta nueva tecnología se podrían obtener datos relevantes, por ejemplo, para el diagnóstico del parto prematuro", apunta Javier García Casado, investigador del Grupo de Bioelectrónica-I3BH de la UPV.
PROTOTIPO EVALUADO
El prototipo de sensor ha sido evaluado ya a nivel de laboratorio con unos resultados altamente satisfactorios. "El siguiente paso es generar un producto final que pueda ser comercializado y aplicado en la práctica clínica", concluyen los investigadores de la UPV.
Junto a Javier García y Gema Prats, completan el equipo de trabajo de la UPV en el proyecto Yiyao Ye, José Luis Martínez, Javier Ibañez, Eduardo García y Elena Guarch.