MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio publicado en la revista 'Experimental Physiology' propone una prueba novedosa y no invasiva para evaluar la función intestinal, que puede ayudar a evaluar y monitorear el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) utilizando solo una pequeña muestra (1 mL) de sangre y heces.
Cómo de bien funciona el intestino está determinado por la barrera intestinal, un complejo sistema multicapa. Esto puede compararse con un filtro de ajuste fino que controla con precisión el paso de los nutrientes y evita que las bacterias pasen desde el interior del intestino hasta el torrente sanguíneo.
En las personas con EII y otras enfermedades intestinales, la barrera intestinal está dañada. Aquí la pared intestinal es más como un tamiz rasgado, permitiendo que más productos bacterianos pasen del intestino a la sangre. Esto se conoce comúnmente como un intestino con fugas.
Este nuevo test mide la concentración de productos bacterianos intestinales (producidos por bacterias durante el metabolismo) en la sangre y las heces del paciente. Los autores creen que con más investigación esta evaluación de la fuga intestinal será muy importante en el diagnóstico y tratamiento de las EII y otras enfermedades intestinales.
La estrategia habitual para diagnosticar y monitorizar la EII se basa en una colonoscopia, que es invasiva, a menudo requiere anestesia y evalúa las lesiones estructurales, en lugar de la disfunción intestinal. Los trastornos intestinales pueden ocurrir antes de que se produzcan cambios estructurales visibles, por lo que el diagnóstico basado en pruebas funcionales que evalúan la fuga intestinal podría permitir a los médicos detectar la enfermedad más temprano.
Aunque no existe cura para la EII, es controlable. El diagnóstico precoz permitiría a los pacientes controlar los síntomas antes de que se agraven, lo que mejoraría su calidad de vida. Esta nueva prueba también podría ser útil para detectar enfermedades que producen pérdidas intestinales, como insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial y enfermedades hepáticas.