MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
La depresión grave es muy frecuentes en los pacientes con artritis psoriásica, ya que a las consecuencias de la psoriasis se une el dolor crónico, la inflamación, o la incapacidad funcional, lo que puede suponer un impacto severo en la calidad de vida de estos pacientes, según ha afirmado el reumatólogo del Hospital Universitario Virgen de Macarena de Sevilla, el doctor Federico Navarro, en el simposio 'Estrategias terapéuticas en Artritis Psoriásica: Redefiniendo el manejo de la enfermedad', que ha estado enmarcado en XLI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología.
La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones, y que suele darse en pacientes que ya están diagnosticados de psoriasis. De hecho, entre un 20 y un 25 por ciento de los pacientes con psoriasis desarrollarán artitris psoriásica.
Por ello, los expertos reunidos en el simposio, que ha estado organizado por Celgene, han explicado que lo ideal sería determinar, mediante estudios farmacogenéticos, qué paciente es susceptible de responder mejor a un determinado tratamiento antes de recibirlo.
"Estamos lejos de la personalización porque hablamos de enfermedades que, a diferencia de lo que ocurre con Oncología donde existen mutaciones que determinan tratamiento, en nuestro caso no disponemos de factores predictivos sólidos ni de un perfil genético diferencial de los pacientes. Habrá que avanzar mucho para poder hacer una medicina personalizada", ha explicado el reumatólogo del Hospital de Sabadell Parc Taulí, el doctor Jordi Gratacós.
En este sentido, el experto ha afirmado que al centrarse en perfiles clínicos ya se distinguen diferentes tratamientos. "Ahora mismo los perfiles de los pacientes se basan en las comorbilidades acompañantes como la fibrosis pulmonar, la obesidad, el síndrome metabólico, hepatopatias, el alcoholismo, etc, que hacen que sea incompatible con determinadas terapias", ha añadido el doctor Navarro.
Por otro lado, en el simposio también se ha destacado la existencia de una nueva molécula para el tratamiento de la la artritis psoriásica, que se trata de un inhibidor de la fosfodiesterasa 4, que tiene una ventaja esencial, y es que es un fármaco muy bien tolerado y que, respecto a la eficacia registra unos buenos datos a largo plazo.
Además, los expertos han comentado la importancia de determinar dianas terapéuticas basadas en la señalización intracelular. "Actualmente para el tratamiento de las espondiloartropatías disponemos de más de una diana terapéutica, y entre ellas, pronto tendremos los inhibidores que actúan a nivel de transmisión intracelular", ha explicado el doctor Gratacós. En este sentido, el reumatólogo ha destacado que podría ser que las terapias no actúen exactamente igual para todas las manifestaciones clínicas.