Los dentistas insisten que son los únicos capacitados para colocar prótesis y que son libres para elegir a su protésico

Actualizado: martes, 16 noviembre 2010 14:23

Sostienen que, sólo en Sevilla, existen 27 procedimientos abiertos contra protésicos por intrusismo laboral

SEVILLA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Dentistas, Luis Cáceres, ha recalcado este jueves que los dentistas "son los únicos profesionales sanitarios capacitados por ley para colocar las prótesis a nuestros pacientes", toda vez que ha apelado a la "libertad" del dentista "para elegir al protésico que nosotros vemos más conveniente para desarrollar plenamente nuestro trabajo".

En rueda de prensa en Sevilla, Cáceres ha insistido que el título de FP del protésico "no le faculta para tocar la boca del paciente, sino para fabricar las prótesis que el dentistas le solicita", al tiempo que ha defendido que "ninguna sentencia del Supremo nos impide elegir a nuestro protésico o protésicos de confianza", en referencia al reciente fallo de este tribunal que ratifica el derecho de todo paciente o usuarios a elegir libremente al protésico dental.

Al hilo de este fallo, el máximo dirigente de los dentistas andaluces ha aclarado que dicha sentencia "no obliga al dentista a aceptar el trabajo ya realizado de un protésico para colocar esa prótesis en uno de nuestros pacientes, ya que el dentista puede negarse a colocar esa prótesis apelando a que no garantiza su correcto funcionamiento, por lo que el usuario tendría que acudir a otro dentista que sí quisiese colocarse en boca ese trabajo ya hecho".

"La relación se establece entre el paciente y el dentista, que es el único autorizado para colocar en boca las prótesis que le pedimos a un protésico que nos fabrique, pero en función al molde, tallado, modelado y resto de tratamientos clínicos que le hacemos a nuestro cliente", ha explicado Cáceres, quien ha insistido en su defensa de la "libertad" del dentista de elegir al protésico o protésicos que estima más conveniente "para que nuestro trabajo sea el más óptimo".

Así, y a modo de ejemplo, ha precisado que en su trabajo diario "yo mismo tengo varios protésicos con los que trabajo, ya que, en mi experiencia diaria, entiendo que unos trabajan mejor las prótesis con porcelana, otros las metálicas y otros los moldes con resina". Por ello, ha pedido a los protésicos que "no intentes confundir a la población".

En cuanto al argumento esgrimido por los protésicos "de que revendemos las prótesis que ellos hacen" y de "nuestra obligación" de desglosar a nuestros pacientes la factura, ha replicado que el trabajo de los dentistas, "en el que no sólo tallamos unos dientes, sino que colocamos rodetes articulares para realizar las pruebas clínicas pertinentes, le ponemos anestesia al paciente o le hacemos un seguimiento posterior, entre otras muchas pruebas, tiene su precio como es obvio".

Tal y como ya dijo recientemente en declaraciones a Europa Press el propio Cáceres, "en quién deposita la confianza el paciente es en el dentista no en el protésico", de las misma forma que "si luego el paciente tiene un problema, a quien acude a elevar su queja es al dentista y no al protésico".

PROCEDIMIENTOS ABIERTOS CONTRA PROTÉSICOS EN SEVILLA

Además, ha aludido al hecho de que "en todos los juicios por intrusismo contra el protésico, éste siempre argumenta en su defensa que no ha tocado la boca del paciente, ya que sabe que cualquier intervención profesional de un protésico dirigida a tratar de rehabilitar la boca de un paciente supone una delito de intrusismo, tipificado en el Código Penal".

Al hilo de ello, ha detallado que, en la actualidad hay abiertos en Sevilla y su provincia "hasta 27 procedimientos abiertos contra protésicos dentales por intrusismo", unas causas que, en la mayoría de las ocasiones, concluyen con una sanción económica, "aunque también hay penas de cárcel si el paciente sufre lesiones".

Por ello, el máximo responsable del Consejo Andaluz de Dentistas ha reprochado que el protésico "trate de llevar este asunto al terreno meramente económico