MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Muchas de las enfermedades importadas que están aumentando su prevalencia en países europeos como España no se deben a la inmigración, sino que su principal origen es el turismo que acude a zonas pandémicas y contrae alguna infección, según han resaltado diversos expertos durante la mesa 'Lo que el médico de familia debe conocer. Atención al paciente inmigrante', celebrada en el marco del 40º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).
"Están más relacionadas con personas afincadas en España que, en un viaje turístico, o bien no han tomado las debidas precauciones a nivel preventivo (caso de la quimioprofilaxis de la malaria) o puedan traer aquí alguna de las fiebres que llamamos emergentes, como el zika, el chikungunya o el dengue", explica el doctor José Luis Cañada Merino, médico general y miembro de los Grupos de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Atención al Inmigrante de SEMERGEN.
En el caso de la enfermedad de Chagas crónica, el experto puntualiza que sí está relacionada con el fenómeno migratorio de personas procedentes de una zona considerada chagásica. Con todo, insiste en que la patología infecciosa importada "llega no sólo de los inmigrantes, sino especialmente de otros colectivos como pueden ser los turistas, muchos de ellos autóctonos".
Otro de los errores habituales, según detalla el coordinador del Grupo de Trabajo de Atención al Inmigrante de SEMERGEN, Francisco Javier Alonso Moreno, es confundir al paciente inmigrante con un paciente potencialmente transmisor de enfermedades, ya que "los inmigrantes que vienen a España son, generalmente, personas sanas y jóvenes". "Habitualmente emigran las personas que pueden hacerlo, porque se encuentran en un buen estado de salud, y ellos luego son los responsables de ayudar a sus familias de origen", ha defendido.
Por norma general, ha explicado que las personas inmigrantes acuden a Atención Primaria por "problemas comunes a los demás pacientes", relacionados con sobrecarga de trabajo y, en el caso de las mujeres, resulta "especialmente habitual consultar a menudo por temas relacionados con el seguimiento del embarazo". En el caso concreto de las infecciones, "las más comunes entre los inmigrantes son las enfermedades infecciosas habituales de la comunidad receptora, como la infección urinaria y las infecciones de vías respiratorias", afirma Cañada.
De hecho, asegura que "son relativamente pocas las enfermedades tropicales o importadas atendidas en España", aunque puntualiza que "es fundamental tener un conocimiento básico de estos problemas de salud y saber bien qué actuación debe seguirse en cada caso, atendiendo principalmente a la procedencia del paciente".
En general, según Cañada, la salud del recién llegado "suele ser un reflejo" del estado de salud de su país de origen. Por ello, reivindica que es "importante" tener en cuenta "el país de procedencia, el periodo de incubación de las principales enfermedades importadas, la frecuencia y las manifestaciones clínicas más habituales".
OBSTÁCULOS EN LA ATENCIÓN AL INMIGRANTE
El manejo clínico habitual de los pacientes inmigrantes plantea una "dificultad asistencial recurrente, como son las barreas idiomáticas". Para Cañada, el problema resulta "especialmente frecuente" con aquellos pacientes inmigrantes procedentes del África sub-sahariana, aunque "son países francófonos o anglófonos y la mayoría de los facultativos españoles pueden entenderse, aunque no sin dificultad, con estas lenguas".
En este sentido, el doctor Francisco Javier Alonso rechaza como solución la creación de un espacio específico en centros de salud para inmigrantes, porque "el sistema debe ser el mismo para todos y deben integrarse como los demás".
Para SEMERGEN, la solución a estos problemas pasa por ofrecer a los profesionales sanitarios una buena formación, además de facilitarles el acceso a "recursos tan básicos como contar con el apoyo de traductores y mediadores sociosanitarios". "La clave del éxito en la atención al paciente inmigrante pasa por la formación en multiculturalidad, saber cómo debe ser la entrevista con ellos, conocer las patologías más frecuentes y tener una buena historia clínica. También intentar tener una buena relación médico-paciente, ser empáticos y sinceros a la hora de decir hasta dónde se puede llegar, para no crear falsas expectativas", detalla Alonso.
ATENCIÓN A TODOS LOS INMIGRANTES
Un aspecto sobre el que se insiste desde SEMERGEN es que la atención al paciente inmigrante "es, y debe ser, idéntica a la que se ofrece a cualquier español". "Todas las personas, incluidos los inmigrantes sin papeles, deben tener tarjeta sanitaria: por principios éticos y por una mejor salud pública. A veces los médicos tenemos dificultad en el manejo de estas personas, pero se debe a cuestiones tales como la barrera idiomática o por el problema estructural de falta de tiempo y recursos", afirma Alonso.
A pesar de todo, según reconoce el coordinador del Grupo de Trabajo de Atención al Inmigrante de SEMERGEN, se han superado algunos años "especialmente complejos". "En los años más duros de la crisis bajó la demanda de atención sanitaria por parte de personas inmigrantes. Hubo problemas para obtener la tarjeta sanitaria y, además, la situación económica hizo que algunos inmigrantes tuvieran que salir de nuestro país. Ahora parece que la tendencia está cambiando", concluye.