MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha publicado un decálogo de recomendaciones generales que busca promover cómo tomar el solar de forma segura y fomentar el buen uso de las cremas protectoras, entre los que se encuentran no permanecer mucho tiempo al sol a pesar de usar un factor de protección alto o no exponer a los niños menores de tres años.
"El sol es esencial para la vida. Interviene en distintos procesos fisiológicos del ser humano, como en la síntesis de la vitamina D. Pero también presenta efectos negativos que pueden derivar en quemaduras de la piel y lesiones oculares, o en envejecimiento, manchas y cáncer de la piel tras una exposición crónica. Resultan especialmente nocivas las exposiciones sin protección en las edades infantiles y juveniles, que se relacionan con un mayor riesgo de padecer cáncer de piel", advierte el Ministerio con motivo del inicio del verano y la llegada de la ola de calor.
Como premisa, la AEMPS recuerda que "ningún" protecto solar ofrece proteción total frente a los riesgos derivados de la radiación solar. "Aunque use un factor de protección alto, no debe permanecer mucho rato al sol", aconsejan, recordando que es necesario evitar la exposición solar entre las 12 y las 16 horas, así como no dormirse al sol y "extremar" las medidas protectoras en las actividades al aire libre.
NO EXPONER AL SOL A NIÑOS MENORES DE 3 AÑOS Y PROTEGERSE EN DÍAS NUBLADOS
También aluden a no exponer al sol a niños menores de tres años. "Protéjales con ropa, sombreros, gafas y protectores solares de factor de protección solar alto, que sean especiales para niños y resistentes al agua. Hágales beber agua con frecuencia. Tenga en cuenta que durante los recreos, los niños pueden estar expuestos al sol, por lo que debe introducir la protección solar en la rutina de cuidado diario de la piel del menor", enumeran.
Sobre los detalles del protector solar, instan a que proteja "al menos" frente a la radicación UVB, causante de las quemaduras solares; y también contra los rayos UVA, el pricipal responable del envejecimiento prematuro de la piel. Asimismo, mencionar que cada tipo de piel o zona del cuerpo requiere de un tipo de protector (crema, espray, leche o gel), teniendo en cuenta la edad y el fototipo de la piel: "cuanto más clara, mayor es el factor de protección necesario". En las primeras exposiciones al sol en verano, apuestan por factores de protección más altos.
Sanidad recomienda aplicar el producto "en cantidad generosa y uniforme sobre la piel seca media hora antes de la exposición al sol", y repetir este proceso cada dos horas y después de transpirar, bañarse o secarse. "Hay que extremar las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines. La protección de los labios debe hacerse con lápices o barras fotoprotectoras y la del cabello con productos específicos", narran.
Igualmente, recuerdan que es necesario protegerse incluso en días nublados, ya que "las radiaciones UV se reflejan en el agua, la arena, la hierba y la nieve". Todo esto hay que acompañarlo de ropa (camisetas y pantalones), sombreros y gafas de sol, así como de una hidratación adecuada con agua. Como dos últimos consejos, Sanidad pide no utilizar protectores solares abiertos desde el año anterior y consultar con un especialista si se produce algún cambio de color, forma o tamaño de manchas y/o lunares.