¿Deberes escolares en verano? Consejos para que no amarguen las vacaciones de tu hijo

Niño haciendo deberes en verano
PIXABAY
Actualizado: sábado, 2 julio 2016 7:37

   MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La mayoría de niños y adolescentes esperan la llegada del verano como agua de mayo, aunque no empiece hasta finales de junio, porque también es sinónimo de vacaciones. No obstante, y dado que hasta septiembre no se retoman las clases, es recomendable mantener cierta actividad con independencia de cómo haya salido el curso.

   Tanto si es para preparar algunos exámenes pendientes como si es para refrescar algunos conocimeintos, la implicación y el apoyo de los padres es clave para que los menores hagan los deberes de forma adecuada ya que, como recuerda la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), "un mal apoyo puede generar dependencia y transmitirle la idea de que no son capaces de hacerlos por sí mismos".

   Para ello, explica esta sociedad científica, es fundamental estar cerca y disponible para apoyar y guiar al niño cuando le haga falta y asegurarse de que sea consciente de que se le va a ayudar si surge algún problema, aunque también es importante que trabaje de forma independiente.

   Para que estas tareas resulten más fáciles, los pediatras ofrecen una serie de estrategias con el objetivo de que a los menores no les amarguen el verano o se lo hagan más largo, sobre todo cuando queda tanto por delante:

   - Establece una rutina de trabajo y un horario regular. Enséñale a distribuir el tiempo y a dividir los deberes en pequeñas tareas más asequibles.

   - Organiza estratégicamente las sesiones de deberes. Algunos niños pueden preferir hacer primero los trabajos más difíciles. En cambio, otros prefieren primero las tareas más fáciles. El descanso es fundamental.

   - Incúlcale habilidades organizativas. Puede ser útil enseñarle técnicas de estudio. Al principio un niño no es organizado de manera natural, no sabe cómo estudiar, así que ayúdele a aprenderlo.

   - Enséñale a aplicar las cosas del colegio al mundo real. Aprovecha cualquier momento para reforzar lo aprendido. Le resultará más atractivo.

   - Anímale a pedir ayuda cuando le haga falta. Elogia siempre su esfuerzo, mucho más que los resultados obtenidos.

   Pese a estos consejos, la AEPap reconoce que si el niño se queja constantemente de los deberes o le cuesta mucho hacerlos puede indicar un problema, ya que en algunos casos los niños sólo necesitan aprender y practicar unos buenos hábitos.

   En este sentido, si tu hijo lo pasa realmente mal al intentar entender o hacer los deberes puede que haya problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o dificultades visuales o auditivas que interfieran en su progreso.