Vacuna, vacunar
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Actualizado: lunes, 6 marzo 2017 8:11

   MADRID, 2 Feb. (EDIZIONES) -

   ¿Por qué debemos vacunarnos contra la neumonía? Primordialmente porque es la principal medida de prevención frente a esta patología de origen infeccioso que afecta al parénquina pulmonar provocando localmente una reacción inflamatoria en respuesta frente a los microorganismos.

   Esta proliferación de microorganismos y la inflamación que provoca puede ocasionar un fallo respiratorio. En los casos mas graves, a partir del pulmón se puede diseminar la infección otros órganos mas distales.

   La mortalidad de la neumonía es muy baja, menos de un 1 por ciento en los episodios que se tratan ambulatoriamente, aunque en las neumonías que precisan ingreso está entre 5-10 por ciento y es superior al 25 por ciento si requieren ingreso en una unidad de cuidados intensivos.

   Las recomendaciones para evitar la neumonía incluyen la vacunación anual antigripal universal, 'Prevenar 13', que tiene una indicación terapéutica a partir de los 18 años y en personas de edad avanzada, para quienes la vacuna trecevalente funciona como inmunización activa para la prevención de la neumonía causada por Streptococcus pneumoniae.

   Expertos del Hospital Nisa de Aravaca recuerdan de que la importancia de la vacunación es desconocida para muchos, de hecho, sólo el 22 por ciento de la población sabe que la neumonía es evitable con esta inyección que debe ser prescrita por un médico y que es de una sola dosis para toda la vida.

PACIENTES EN RIESGO

   - Personas con inmunodeficiencia o inmunodepresión, que sufran la enfermedad de Hodgkin, leucemia, linfoma, mieloma múltiple y la enfermedad de Crohn.

   - Aquellos que sufren una enfermedad respiratoria crónica, cardiovascular, hipertensión con complicaciones cardíacas, diabetes tipo I y II, tabaquismo y alcoholismo.

   - Quienes hayan padecido una neumonia o enfermedad neumocócica previa.

   - Pacientes con enfermedad hepática, hepatopatía crónica y cirrosis hepática.

   - Afectados por insuficiencia renal, síndorme nefrótico.

   - Personas con tratamiento quimioterápico o inmunosuupresor, biológicos y corticoides.

   - Quienes hayan recibido un trasplante de órgano sólido o de células hematopoyéticas.

   - Infectados por VIH.

   - Personal sanitario.

   - Aumenta el riego con el aumento de la edad, fumadores y patología de base.