MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cirujanos vasculares reunidos en el VII Simposium Internacional organizado por el Capítulo de Cirugía Endovascular de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) han avisado de que el Covid-19 está "pasando factura" a las patologías de venas y arterias.
Y es que, se está empezando a ver casos de empeoramiento precipitados en patologías como el pie diabético así como de retrasos en el diagnóstico de algunos aneurismas que están directamente relacionados con el temor a ir al hospital.
"Lo sensato es, efectivamente, evitar situaciones de riesgo, alejándose de los focos primarios, y los hospitales lo son, pero hacerlo a costa de las patologías que sufrimos no es proteger nuestra salud sino ponerla en riesgo", ha dicho la presidenta ,presidente el Capítulo de Cirugía Endovascular de la Sociedad SEACV, Mercedes Guerra, que advierte del riesgo de que la Covid-19 pase una factura "muy alta" a pacientes con otras patologías graves.
La clave, a su juicio, pasa por ayudar a los pacientes a identificar cuándo necesitan realmente ir al hospital, por un lado, y también, hacerles llegar el mensaje de que, afortunadamente, la telemedicina ha venido, en patología vascular, para ayudarles.
Asimismo, los cirujanos vasculares han recordado no es solo necesario dar una respuesta adecuada a los pacientes que sufren la Covid-19, sino que también es preciso evitar que la pandemia perjudique la atención sanitaria de pacientes con otras patologías graves y problemas de salud como, por ejemplo, la salud vascular.
De hecho, en el caso el aneurisma de aorta abdominal roto el acortamiento de los tiempos previos a la reparación se ha demostrado clave para mejorar la supervivencia de los pacientes. Si no se produce un diagnóstico precoz y una intervención rápida, las posibilidades de recuperación se aminoran enormemente.
"Muy diferente es el caso del pie diabético, donde sin embargo es también fundamental la rapidez de actuación: la posibilidad de un empeoramiento precipitado hace necesario que los pacientes no queden desconectados del sistema por la pandemia, sino que estén controlados y sean capaces de identificar cualquier signo de alarma", han dicho los expertos.
TELEMEDICINA A DISPOSICIÓN DEL PACIENTE VASCULAR
El diagnóstico y la revisión de las patologías de venas y arterias requieren en la mayoría de los casos de la exploración física del paciente y en muchos casos de pruebas de laboratorio que deben ser realizadas en el propio Servicio de Angiología y Cirugía Vascular.
Sin embargo, los expertos han asegurado que la consulta digital resulta de utilidad en las primeras consultas con especialistas para edemas de miembros inferiores, dolores imprecisos articulares o mínimos grados de insuficiencia venosa, con el objetivo de valorar la indicación y urgencia de una consulta presencial; o las videoconsulta con especialista para la valoración visual previa de la insuficiencia venosa crónica para caracterización de varices, reticulares, etc.
También es efectiva en la interconsulta no presencial entre médico de Atención Primaria y Servicio de Angiología y Cirugía Vascular para determinar la necesidad y urgencia de consulta presencial; y en las consultas sucesivas, basadas en sistemas de videollamada, para la solicitud de pruebas complementarias, entrega y valoración de resultados, resolución de dudas de los pacientes, valoración de los estudios preoperatorios solicitados, valoración de úlceras vasculares en pacientes encamados de difícil traslado, seguimiento de pacientes mayores con movilidad limitada, entre otras situaciones.
Por otro lado, los expertos han recordado que existen diferentes signos de alerta en función que haya o no úlcera. Si no existe úlcera, hay que estar atentos a las deformidades del pie y a la presencia de callos en los mismos.
Las deformidades suelen aparecer en la zona de apoyo anterior (las llamadas articulaciones metatarso falángicas) o en el dorso de los dedos (dedos en garra o en martillo). Sobre ellas se suelen formar callos, que actúan como clavos desarrollando la úlcera. Aunque no suele aparecer, el dolor es un signo de alarma.
Un vez aparecida la úlcera, serán signos de alarma aquellos que puedan indicar infección y/o isquemia. Lo típico es enrojecimiento, edema (hinchazón) alrededor de la ulcera, exudación-supuración (salida de líquido claro-purulento), olor fétido, y dolor. Generalmente se acompaña de un aumento de la glucemia.
Los síntomas de la disección aórtica pueden ser similares a aquellos de otros problemas del corazón, como un ataque cardíaco. Los signos y síntomas típicos comprenden el dolor intenso y repentino de pecho o de la zona superior de la espalda, que se describen con frecuencia como una sensación lacerante, desgarrante o cizallante que se extiende hacia el cuello o la espalda; el dolor abdominal intenso y repentino; la pérdida del conocimiento; falta de aire; dificultad repentina para hablar, pérdida de visión, debilidad o parálisis de un lado del cuerpo, que se asemejan a las de un accidente cerebrovascular; pulso débil en un brazo o en un muslo en comparación con el otro; dolor en la pierna; dificultad para caminar; y parálisis en las piernas.