MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 98 por ciento del alumnado de las titulaciones de Enfermería, Medicina y Farmacia de las universidades españolas se mostraron partidarios de vacunarse de la COVID-19 según un estudio de la Universidad CEU UCH.
Según los investigadores, este colectivo tiene especial relevancia ya que durante su trayectoria desempeñarán un papel de valoración y recomendación vacunal a la población. La investigación, realizada en la primavera de 2021, entre la cuarta y la quinta oleada de pandemia en España, demostró que los universitarios españoles estaban más concienciados que estudiantes de Estados Unidos (52,5%), Francia (58,0%) o China (78,9%).
El trabajo, en el que han participado 1.222 alumnos, se ha llevado a cabo con los estudiantes realizando sus prácticas clínicas en hospitales o centros sanitarios. Se da la circunstancia de que casi la mitad de ellos ya estaban vacunados (49,6%), especialmente los que estudian enfermería (60,5%).
Además, según la investigación, desde el comienzo de la pandemia, casi la mitad de los estudiantes habían estado en cuarentena por contacto cercano o infección y se habían sometido a pruebas de diagnóstico, especialmente en las disciplinas de enfermería y medicina.
"Los estudiantes encuestados confían en las vacunas como método preventivo y consideran importante tener un calendario de vacunación completo. Sin embargo, solo algo más de la mitad declara haberse vacunado en algún momento contra la gripe, siendo los estudiantes de farmacia los que se han vacunado significativamente menos", han avisado los expertos.
Entre las razones para la aceptación de la vacunación, los futuros profesionales sanitarios esgrimían el efecto protector que las vacunas tienen sobre la comunidad y sobre ellos mismos, seguida de los conocidos beneficios de las vacunas y la necesidad de volver a un estado de normalidad.
Por titulaciones, los estudiantes de Farmacia han destacado como motivos la obtención del pasaporte COVID y motivos laborales, mientras que los de Enfermería y Medicina, que tuvieron contacto más cercano con la enfermedad debido a su trabajo de cuidado, señalaron la protección como principal motivo.
"La aceptabilidad de la vacuna fue alta en las tres disciplinas, aunque fue mayor entre los estudiantes de Medicina, seguidos de los de Enfermería. No obstante, ante la necesidad de la vacunación frente a la COVID en el personal sanitario, llama la atención que la mayoría de los estudiantes encuestados no se consideran un colectivo de riesgo, como futuros trabajadores sanitarios", han subrayado los expertos.
Esta reticencia vacunal, advierten los investigadores, se expresa en relación con la seguridad y eficacia de las vacunas contra la COVID-19 y el desconocimiento sobre la propia enfermedad. "Más de una cuarta parte de los estudiantes cree que estas nuevas vacunas pueden tener efectos adversos desconocidos, una razón común cuando se agregan nuevas vacunas al calendario de vacunación y se observa entre los profesionales de la salud", han enfatizado.
Otros factores que contribuyen a la reticencia es la preocupación sobre los efectos secundarios y la falta de confianza en la información recibida de los expertos en salud pública. Sobre el tipo de vacuna contra la COVID-19, la mayoría de los estudiantes creía que debería ser posible elegir, siendo la favorita 'Comirnaty'.
Y es que, entienden los investigadores, el tipo de vacuna administrada es un factor influyente en la aparición de ciertos efectos adversos. "Se puede apreciar al comparar los de la vacuna 'Comirnaty' con los de la vacuna 'Vaxzevria', existiendo estadísticamente significativamente más fiebre, escalofríos y vómitos asociados a este último. Cuando se comparó 'Spikevax' con 'Vaxzevria', este también provocó un mayor número de casos de fiebre y escalofríos, pero menos dolor en el lugar de la inyección. En general, todos los efectos adversos fueron de carácter leve (dolor en el lugar de la inyección, dolor muscular, cansancio o fiebre)", han zanjado.
