MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
La voz es uno de los bienes más preciados del ser humano. Clave para comunicarnos entre nosotros, su uso y abuso no está exento de amenazas, sobre todo cuando uno la levanta más de la cuenta, chilla o habla de forma prolongada.
El principal síntoma de los problemas de voz es la disfonía, que puede ser el "signo de una alteración laríngea o bien la primera manifestación de una enfermedad grave local o sistémica", según ha reconocido Ana Machado, del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, que con motivo del Día Mundial de la Voz que se celebra este domingo, 16 de abril, insiste en la necesidad de averiguar la causa o causas de dicha alteración.
Se considera que hay un trastorno de la voz cuando hay cambios en el timbre, tono, intensidad o flexibilidad que la hacen diferente de las voces de las demás personas del mismo sexo, edad y grupo cultural.
Las personas con más riesgo de padecer patologías de la voz son las que la usan de forma profesional, como cantantes, actores o locutores. En un segundo lugar estarían otras profesiones como profesores o vendedores, cuya actividad se vehiculiza a través de la voz, algo que también hacen pero en menor medida médicos o funcionarios.
Las causas de la disfonía más frecuentes son lesiones benignas de las cuerdas vocales. Entre los adultos los diagnósticos más frecuentes son los nódulos vocales (24%), los pólipos (11%), el edema de Reinke, las lesiones vasculares o los quistes subepiteliales (14%), las cicatrices y el 'sulcus vocalis'.
La mayoría de casos suelen ser resueltas con rehabilitación, que tiene como principales objetivos encontrar una postura correcta para la fonación, una respiración coordinada con la misma, facilita la relajación tanto global como segmentaria (laringe, articulaciones y resonadores), entrenar el órgano vocal, y mejorar el estilo de vida y los hábitos de voz.
"Está indicada en casi todos los casos de disfonía, independientemente de su origen, incluso en aquellas en las que sea precisa la intervención quirúrgica antes y/o después de la misma", ha añadido Judith Wuhl, foniatra del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y de Quirónsalud San José.
CONSEJOS PARA UNA BUENA HIGIENE BUCAL
Además, ambas expertas han elaborado una serie de prácticas recomendadas para tener una adecuada higiene vocal, hablar bien y evitar muchas de estas lesiones. Si les hacemos caso, siempre podremos contarlo:
1. Eliminar el carraspeo.
2. Respetar los turnos conversacionales. No interrumpirse.
3. Hablar con frases cortas, no agotando el aire, durante el habla, realizar pausas para la respiración.
4. La musculatura del cuello no debe contraerse mientras hablamos.
5. Evitar gritar y hablar a distancia. Siempre es mejor acercarse al interlocutor, hablar más despacio articulando y vocalizando de forma exagerada
6. Procurar no hablar en lugares ruidosos. Evitar excesivo ruido medio ambiental en casa.
7. Mantener una buena higiene bucal y realizar lavados nasales al menos dos veces al día, especialmente antes de dormir.
8. Evitar bebidas frías o muy calientes. Y procurar beber líquidos frecuentemente distribuyéndolos a lo largo del día.
9. Establecer una adecuada ventilación y grado de humedad en la vivienda.
10. No usar la voz susurrada. Cuando sienta dolor en la garganta, dificultad para hablar o perdida de voz vocalizar de forma exagerada manejando el aire de la boca.
11. No fumar.
12. No hablar durante los desplazamientos en coche o medios de transporte.
13. No utilizar caramelos de menta, mentol o eucalipto que pueden resecar la mucosa orofaringea.
14. Dormir un mínimo de 7 horas diarias.
15. Los antihistamínicos y algunos otros medicamentos resecan la mucosa laríngea (consultar con el especialista).
Además, para los que hacen un uso profesional de la voz recuerdan que la laringe es un órgano sexual secundario y, como tal, cualquier cambio o alteración hormonal (menstruación, uso de anticonceptivos, embarazo, menopausia etc.) pueden influir en su rendimiento vocal.
También es preciso buscar momentos de descanso vocal (al menos 5 minutos) durante el uso de la voz. Y al igual que toda la musculatura corporal, las cuerdas vocales son músculos que hay que entrenar y calentar antes de su uso, y estirar y relajar al final de la jornada.