MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El síndrome del intestino irritable afecta al 8 por ciento de la población española y en más de la mitad de los casos (56%) los afectados necesitan hasta cinco consultas antes de recibir un diagnóstico fiable, mientras que sólo un 19 por ciento se detecta en la primera consulta.
SÍNDROME DE INTESTINO IRRITABLE
Así lo ha asegurado la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) con motivo del Día Nacional de este trastorno que se celebra este miércoles 21 de octubre, para el que ha puesto en marcha una campaña de sensibilización bajo el lema 'Conoce, Dale Voz'.
Este trastorno funcional del intestino se caracteriza por tres síntomas principales: dolor abdominal, hinchazón abdominal y alteraciones del hábito intestinal (estreñimiento, diarrea o ambos). Además, cura con tres subtipos en función del tipo de alteración: estreñimiento, diarrea o mixto.
Actualmente el 30 por ciento de los pacientes que acuden a consultas de medicina general por problemas gastrointestinales y son referidos al especialista padecen este síndrome, que afecta más frecuentemente al sexo femenino, con una mayor prevalencia entre los 20 y 50 años.
"El problema fundamental es que molesta y altera la calidad de vida de los pacientes. Es cierto que no mata, pero puede hacer la vida insoportable", ha destacado Fermín Mearin Manrique, Director del Servicio de Aparato Digestivo del Centro Médico Teknon de Barcelona.
Este experto considera "absolutamente necesario" profundizar en su conocimiento y tratar "de la manera más profesional y especializada" a estos enfermos.
Además, reconoce que el diagnóstico "no es difícil" pero que en muchas ocasiones "se sospecha desde el principio, pero los médicos pocas veces lo escriben en sus recetas".
DESCARTAR OTRAS ENFERMEDADES
"Piden y piden pruebas para descartar otras enfermedades, cuando claramente se trata de un síndrome del intestino irritable. Lo fundamental es un buen interrogatorio. Una historia clínica adecuada aporta más del 80 por ciento del diagnóstico", ha defendido.
En determinados casos, especialmente si hay diarrea, habrá que realizar algunas pruebas para descartar enfermedades como mala absorción de lactosa, enfermedad celiaca o enfermedad inflamatoria intestinal. Y por encima de los 50 años es fundamental hacer una colonoscopia "para estar seguro que no hay causas más grave", ha añadido.
PADECERLO Y NO SABER QUÉ ES
Además, este experto considera necesarias campañas de concienciación con el objetivo de demostrar a la ciudadanía el impacto que tienen sus síntomas en la vida cotidiana de los pacientes y que estos mismos sepan en qué consiste.
Recientemente se ha llevado a cabo en 9 países europeos, incluido España, la encuesta 'Estudio Taboo: Mujeres con Síndrome de Intestino Irritable (SII)', que demostró que en España 2 de cada 5 personas no sabe qué es este síndrome a pesar de padecer los síntomas.
De los 9 países donde se ha realizado (Alemania, Italia, Holanda, Países Nórdicos, España, Suiza y el Reino Unido), las pacientes del Reino Unido son las más conscientes de esta enfermedad, y España sería el quinto país en conocimiento de la patología por detrás de países como Italia, Alemania y Holanda.
A pesar de ser un problema frecuente, la información de que disponen la mayoría de las personas es escasa o inexacta, y esto es especialmente importante en aquellas que lo padecen. Según señalan los expertos, los pacientes manifiestan tener una escasa información e incluso contradictoria.
Aunque no supone un riesgo para la vida y no implica una mayor probabilidad de padecer cáncer, puede afectar de una manera importante la calidad de vida de la persona que lo padece, impacto que a menudo se subestima, siendo en ocasiones peor que en pacientes con asma, migraña o diabetes mellitus.
Es posible que los síntomas vayan y vengan, e incluso en un momento dado, el mismo paciente puede presentar un subtipo con predominio de estreñimiento y modificarse posteriormente a lo largo del tiempo, presentando diarrea, por ejemplo. A veces, el dolor puede ser tan intenso que se vuelve incapacitante y los pacientes no pueden realizar labores cotidianas.
¿CÓMO CONVIVIR CON LA ENFERMEDAD?
Los expertos recomiendan una serie de hábitos saludables que pueden ayudar al control de este trastorno. Según ha destacado Enrique Rey Díaz-Rubio, jefe del Servicio de Aparato Digestivo, Hospital Clínico San Carlos de Madrid, comer saludablemente es importante y es especial el evitar comidas copiosas, con mucha grasa o cocinadas con grasa y los alimentos flatulentos.
Junto a ello, hacer ejercicio de forma regular, un ejercicio ajustado a las capacidades físicas de cada uno y asegurar una buena hidratación (1,5-2 litros de agua diarios) son cambios convenientes.
Al igual que estos hábitos, otros hábitos más personales como intentar tener un horario regular de comidas y de ir al baño suelen ser beneficiosos.
Finalmente, el practicar actividades que sean gratificantes y que produzcan sensación de relajación, así como cuidar las relaciones sociales son aspectos al alcance de todos y que, en general, son útiles para convivir con la enfermedad. Y si no se consiguen controlar los síntomas con estas recomendaciones, podría ser necesario el tratamiento farmacológico de acuerdo con las recomendaciones médicas.