MADRID 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de trabajo multidisciplinar internacional de la Sociedad Europea de Aspectos Clínicos y Económicos de la Osteoporosis, la Osteoartritis y las Enfermedades Musculoesqueléticas (ESCEO) ha publicado recomendaciones para el diagnóstico, el seguimiento y el tratamiento de la osteoporosis en los hombres, entre las que se encuentra una petición para que los mayores vigilen su reposición de vitamina D.
Se calcula que, en todo el mundo, uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en el resto de su vida, y se prevé que el número de fracturas de cadera en hombres aumente aproximadamente un 310 por ciento entre 1990 y 2050.
A pesar de su gran incidencia entre los hombres mayores, la osteoporosis sigue considerándose a menudo una enfermedad "de mujeres", y el infradiagnóstico y el infratratamiento de esta afección en los hombres son incluso más frecuentes que en las mujeres.
El profesor Jean-Yves Reginster, autor principal y Presidente de la ESCEO, ha expresado que "es importante reconocer que la osteoporosis en los hombres conlleva una morbilidad y una mortalidad considerables, con tasas comparables o incluso superiores a las de las mujeres que la padecen".
El grupo de trabajo internacional de la ESCEO fue convocado para ofrecer nuevas recomendaciones de tratamiento basadas en los últimos avances de la investigación y en la opinión actualizada de los expertos en relación con los enfoques de diagnóstico y cribado de la osteoporosis y su elevado riesgo de fractura asociado en los hombres.
Las recomendaciones del Grupo de Trabajo abarcan la carga de la enfermedad; los enfoques para la evaluación del riesgo de fractura en los hombres, incluida la interpretación adecuada de la densitometría ósea y el riesgo absoluto de fractura; los umbrales para el tratamiento; y las intervenciones que pueden utilizarse terapéuticamente junto con su evaluación económica sanitaria.
La guía también señala la necesidad de más investigación, con trabajos futuros que aborden específicamente la eficacia de los medicamentos contra la osteoporosis, incluidos el denosumab y las terapias formadoras de hueso.
Entre las principales recomendaciones y directrices, destaca que debe utilizarse una base de datos de referencia femenina para el diagnóstico densitométrico de la osteoporosis en hombres.
Por otro lado, se señala el FRAX como la herramienta adecuada para la evaluación del riesgo de fractura y como base para establecer umbrales de intervención en hombres con osteoporosis, que deben depender de la edad.
Asimismo, todos los hombres con una fractura por fragilidad previa deben ser considerados para el tratamiento con medicamentos contra la osteoporosis. Además, el régimen de tratamiento antiosteoporótico en los hombres debe adaptarse al riesgo de fractura basal del individuo.
También debe garantizarse la reposición de vitamina D y calcio en todos los hombres mayores de 65 años. Además, los bifosfonatos orales (alendronato o risedronato) son tratamientos de primera línea para los hombres con alto riesgo de fractura, mientras que el denosumab o el zoledronato son tratamientos de segunda línea.
En los varones con un riesgo muy elevado de fractura, debe considerarse un tratamiento secuencial que comience con un agente formador de hueso seguido de un agente antirresortivo.
Por otro lado, la guía establece que los marcadores bioquímicos del recambio óseo son la herramienta adecuada para evaluar el cumplimiento del tratamiento antirresortivo en los varones.
Los agentes formadores de hueso, cuando se administran como tratamiento de primera línea en hombres con un riesgo muy elevado de fractura, deben utilizarse de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades reguladoras.
De igual forma, debe recomendarse ejercicio físico y una dieta equilibrada a todos los hombres con osteoporosis; así como evaluarse la testosterona total en suero, como parte de la evaluación previa al tratamiento de los hombres con osteoporosis.
En los varones con niveles bajos de testosterona sérica total o libre debe considerarse la posibilidad de administrar una terapia hormonal sustitutiva adecuada. Según los datos disponibles sobre la DMO, la abaloparatida se considera un tratamiento de primera línea adecuado para los hombres con osteoporosis con un riesgo muy elevado de fractura osteoporótica.
"Esperamos que estas directrices ayuden a los médicos en su práctica clínica y les animen a ser proactivos en el tratamiento de la osteoporosis en sus pacientes varones", ha señalado el profesor Nicholas Harvey, autor principal y presidente del Comité de Asesores Científicos de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF).
"Siguiendo un enfoque similar al preconizado para las mujeres con osteoporosis, recomendamos el uso de agentes orales antirresortivos como agentes de primera línea en hombres con un riesgo elevado de fractura y el uso de agentes formadores de hueso seguidos secuencialmente de agentes antirresortivos en hombres con un riesgo muy elevado de fractura", ha añadido.
Por su parte, el doctor Philippe Halbout, director general de la IOF, ha concluido que la osteoporosis en los hombres supone una "enorme carga mundial" y debe ser abordada "con urgencia" por los profesionales sanitarios y las autoridades sanitarias.
"Como mayor organización mundial en el ámbito de la osteoporosis, la IOF celebra la publicación de esta importante nueva directriz que, esperamos, contribuya a mejorar la atención al paciente y a reducir las devastadoras consecuencias de la osteoporosis en los hombres mayores de todo el mundo", ha concluido.