MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid (CTB-UPM) han desarrollado ideado un nuevo tratamiento superficial que, aplicado a los biomateriales, permitirá disminuir el rechazo que de forma natural genera el cuerpo hacia los implantes, aumentando así la vida útil de las prótesis y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
El procedimiento, denominado 'Silanización por Vapor Activado' y que ha sido publicado en la revista 'Scientific Reports', consiste en recubrir la superficie del material con una capa de menos de una milésima de milímetro a la que es posible unir moléculas que se encuentran de manera natural dentro de nuestro organismo. Esto, aplicado a materiales utilizados para la fabricación de prótesis, disminuirá la posibilidad de rechazo al implante, lo que aumentará su vida útil.
El es el resultado de un proceso por el que los ancestros se han adaptado a un ambiente exterior eminentemente hostil. Como resultado de este proceso, la exposición a prácticamente cualquier sustancia que no resulta esencial para la supervivencia se considera como una amenaza e induce una respuesta agresiva.
Este mecanismo se convierte en una barrera que es necesario superar para el desarrollo de cualquier terapia que implique el contacto directo de un material con cualquier órgano o tejido. De hecho, dicha circunstancia limita "enormemente" el número de posibles materiales disponibles para uso médico que, en el caso de los metales, queda reducido a solo tres: acero inoxidable, aleaciones de base cobalto y aleaciones de titanio.
Los biomateriales metálicos son imprescindibles en prótesis que estén sometidas a esfuerzos elevados, tales como las prótesis de cadera y de rodilla, si bien la respuesta natural del cuerpo hacia estos biomateriales metálicos tiende a recubrirlos por una especie de cicatriz, que aísla al material de los tejidos funcionales que lo rodean.
Dicha cicatriz puede, según han comentado los científicos, suponer un problema a corto plazo al favorecer la posibilidad de que aparezca una infección en el entorno de la prótesis y, además, a largo plazo puede inducir el aflojamiento del implante.
Como solución a ambas situaciones suele ser necesario someter al paciente a una nueva intervención quirúrgica. Teniendo en cuenta todo esto, a juicio de los expertos, parece "clara" la conveniencia de conseguir establecer un contacto íntimo y fiable entre el material y el tejido funcional circundante. De esta manera se disminuiría la posibilidad del rechazo al implante aumentando su vida útil.
Este ha sido el objetivo del trabajo llevado a cabo por los investigadores del Laboratorio de Biomateriales e Ingeniería Regenerativa del CTB-UPM, quienes han creado esta técnica que permite depositar sobre la superficie de biomateriales metálicos una capa de menos de una micra de espesor a la que han comprobado que es posible unir moléculas que se encuentran de manera natural dentro de nuestro organismo.
Concretamente, han observado que al inmovilizar moléculas de colágeno sobre una superficie de aleación de titanio consiguen no solo aumentar el número de las células que crecen sobre el material, sino también que dichas células presenten un tamaño sensiblemente mayor.
"La tecnología representa un procedimiento robusto y versátil, que puede ser adaptado de manera sencilla a los procedimientos actualmente empleados para la producción de los biomateriales metálicos". De esta forma, la aplicación de esta tecnología ofrece la posibilidad de mejorar sensiblemente la calidad de vida de los pacientes a los que haya que implantar una prótesis en el futuro", ha zanjado el investigador responsable de este trabajo, José Pérez.