MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Regenstrief Institute, la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos) han concluido que la vacuna contra la COVID-19 es más eficaz que la inmunidad natural frente a todas las causas de muerte, hospitalización y visitas a urgencias por la enfermedad.
En el estudio, publicado en la revista científica 'American Journal of Public Health', todos los grupos de edad se beneficiaron significativamente más de la vacunación que de la inmunidad natural adquirida por una infección previa por COVID-19. La menor tasa de mortalidad de las personas vacunadas fue especialmente relevante en los adultos de 60 años o más.
Significativamente, las tasas de mortalidad por todas las causas y de ingresos hospitalarios de las personas vacunadas fueron un 37 por ciento inferiores a las tasas de las personas con inmunidad natural adquirida por una infección previa por COVID-19. La tasa de visitas a urgencias por todas las causas fue un 24 por ciento inferior en los vacunadas que en los previamente infectados.
"Este amplio estudio poblacional de todo el estado de Indiana debería animar a las personas de todo el mundo a vacunarse y a vacunar a sus hijos y a no confiar en la inmunidad natural. Aunque la incidencia de la infección por COVID-19 fue mayor en los vacunados (6,7 por ciento) que en los previamente infectados (2,9 por ciento), la vacuna protegió contra la enfermedad grave, mientras que la inmunidad natural no confirió el mismo beneficio", ha resaltado uno de los autores, Shaun Grannis.
Dado que los vacunados tenían más probabilidades de contraer realmente la COVID-19 que los que tenían inmunidad natural, la menor tasa de mortalidad de los receptores de la vacuna "parece deberse a la vacunación y no a una tendencia a comportamientos de aversión al riesgo, como el uso de mascarillas, la desinfección de las manos y el distanciamiento social".
Se compararon datos de parejas de receptores de vacunas y personas con infecciones previas, de edades comprendidas entre los 12 y los 110 años, emparejados por edad, sexo, puntuaciones de riesgo de COVID-19 y fechas de exposición inicial (a las vacunas o al propio virus).
"Las tasas significativamente más bajas de visitas a urgencias por cualquier causa, hospitalización y mortalidad en los vacunados ponen de relieve los beneficios de la vacunación en el mundo real. Los datos plantean dudas sobre la conveniencia de confiar en la inmunidad natural cuando se dispone de vacunas seguras y eficaces", ha remachado el investigador.