VALÈNCIA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El colegio valenciano de podólogos (ICOPCV) advierte que la crisis de la Covid-19 ha disparado el intrusismo en la profesión en la Comunitat, principalmente a personas mayores, lo que puede provocar un empeoramiento de las patologías.
En un comunicado, alerta que "muchas personas se están ofreciendo para atender los pies de personas dependientes o mayores a domicilio sin contar con la cualificación necesaria ni ser profesionales de la podología".
Los podólogos recuerdan que, al solicitar un servicio a domicilio, cada profesional debe dar su nombre y apellido y su número de colegiación, además de tener un registro sanitario.
Si no pueden demostrarlo, se trata de un delito de intrusismo que "al margen de cuestiones legales, puede acarrear problemas de salud para los pacientes al no garantizar que se cumplan las
medidas sanitarias e higiénicas correspondientes".
Las consecuencias de un tratamiento podológico aplicado por alguien que no profesional son posibles sobreinfecciones o que no se aplique el tratamiento específico que necesitan las uñas encarnadas, algo "muy importante en mayores y diabéticos", entre otros.
"Hay mucha gente que se aprovecha de que las personas salen menos para ofrecerse a atenderles en casa y por un coste más bajo", denuncia la presidenta del colegio, Maite García, recordando que "un ahorro en el precio conlleva que no se están siguiendo las pautas para que no hayan infecciones ni contagios".