MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las nuevas políticas de financiación de medicamentos deben ir dirigidas más a la gestión de las compras que a la fijación de precios y, en este sentido, puede ser una alternativa a tener en cuenta la puesta en marcha de contratos de riesgo compartido, especialmente para aquellos medicamentos cuya eficacia presenta una mayor incertidumbre.
Así lo ha apuntado el catedrático del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Jaume Puig-Junoy durante el encuentro 'Los sistemas sanitarios de Alemania y de España. Descentralización, reformas y acceso a la innovación', organizado por Pharma Mar y la Fundación Gaspar Casal.
Este experto ha destacado que este modelo, que condiciona la financiación pública de un medicamento a la evaluación de la eficacia demostrada tras su entrada en el mercado, ya se aplica en varios países de Europa como Portugal, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido e incluso España, "aunque el Ministerio probablemente diga que no".
"El pago final no depende sólo de la cantidad de unidades vendidas o de un precio, sino de otros factores también objetivos como la eficiencia", ha señalado Puig-Junoy.
Está dirigido a los tratamientos que generan más incertidumbre al presentar un ratio de efectividad o supervivencia muy amplio, como sucede con los medicamentos contra el cáncer.
En Italia, donde se utiliza para los nuevos tratamientos oncológicos desde 2006, se aplican diferentes variantes de este modelo. Así, hay casos en que el laboratorio paga el primer ciclo de tratamiento y a partir de ahí se hace cargo el Estado "sólo en los pacientes respondedores", u otros en los que directamente se paga 'a posteriori' en función de los resultados de supervivencia y mejora de calidad de vida que demuestre su uso.
En Reino Unido se comenzó a utilizar con algunos nuevos tratamientos para la esclerosis múltiple y actualmente ya es una práctica habitual.
No obstante, este experto reconoce que estos sistemas "no deben ser la norma" sino "una respuesta cuando el riesgo de incertidumbre es muy elevado", de modo que una vez resuelto dicho riesgo se fije un precio o se decida sobre su financiación, al menos en aquellos subgrupos donde demuestre ser más eficiente.
Además, advierte, "es una forma de esconder un doble precio para determinados medicamentos".
Hace un par de semanas el director general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Agustín Rivero, reconoció que estaban trabajando en un cambio de los procedimientos de fijación de precios para los medicamentos innovadores, por el que a partir de ahora las farmacéuticas tendrían que demostrar el coste-efectividad de sus nuevas moléculas al año de su aprobación.
"Para ver con resultados reales si lo que dice su ficha técnica es acorde con lo que realmente está ofreciendo a los pacientes", explicó en una Conferencia General para la Sostenibilidad de la Atención Oncológica en el SNS organizada por la Fundación Bamberg.
SANIDAD CONTEMPLA SU APLICACIÓN
Asimismo, Rivero reconoció que también en determinados casos "se podrían compartir riesgos entre la industria farmacéutica, que pague el fármaco si no es efectivo durante el tiempo necesario para demostrar su eficacia, y el SNS, que paga el fármaco en aquellos pacientes en que sea eficaz".
Por otro lado, en el encuentro de este miércoles un consejero de la Dirección de Farmacia del Ministerio, Ángel Guirao, ha defendido que con la nueva regulación del sistema de precios de referencia los medicamentos que prepara Sanidad se podrán fijar los precios con la mayor garantía posible y sobre todo pensando en la sostenibilidad".
"Controlar que haya una relación muy clara entre la fijación de precios y los criterios clínicos de mejora con respecto a terapias anteriores", ha explicado.
Además, Guirao ha defendido que los modelos sanitarios alemán y español son "muy diferentes" y, en este sentido, ha recordado que "la financiación pública, la gratuidad, universalidad y cobertura de todos los servicios hacen que España no tenga nada que envidiar al sistema alemán".