MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Houston (Estados Unidos) han encontrado neurobiomarcadores para la enfermedad de Parkinson que pueden ayudar a crear la próxima generación de estimuladores cerebrales profundos capaces de responder a las necesidades específicas de los pacientes con la enfermedad.
Las personas con Parkinson a menudo se someten a la estimulación cerebral de alta frecuencia, una buena terapia para este trastorno progresivo del sistema nervioso que afecta el movimiento, pero imprecisa. Actualmente, los estimuladores solo pueden programarse clínicamente y no son adaptables a los síntomas fluctuantes de la enfermedad, que pueden incluir temblores, lentitud o incapacidad para caminar. Los biomarcadores son la clave para mejorar la tecnología y hacerla sensible o inteligente.
"Ahora podemos hacer que el estimulador se adapte para detectar los síntomas de un paciente, de modo que pueda hacer los ajustes a las fluctuaciones en tiempo real, y el paciente ya no tiene que esperar semanas o meses hasta que el médico pueda ajustar el dispositivo", explica Nuri Ince, autor principal del artículo, que se ha publicado en la revista 'Movement Disorders'.
El equipo también ha realizado nuevos hallazgos en la electrofisiología del Parkinson, después de examinar el acoplamiento de frecuencia cruzada en el núcleo subtalámico de pacientes con la enfermedad tanto en el estado 'OFF' (antes de la medicación) como en el 'ON' (después de la medicación). El acoplamiento, la interacción entre las ondas cerebrales, ha sido evidenciado en el pasado, pero su significado y papel funcional no han sido bien explicados.
Según sus resultados, en el estado 'OFF', la amplitud de las oscilaciones de ondas cerebrales de alta frecuencia en el rango de 200-300Hz se combinó con la fase de baja beta (13-22Hz) en todos los pacientes. Después de la transición al estado 'ON', se observaron tres patrones de acoplamiento distintos entre los sujetos. Entre ellos, los pacientes que mostraron un acoplamiento 'ON' entre oscilaciones de alta beta alta (22-30Hz) y alta frecuencia en el rango de 300-400Hz tuvieron una mejora significativamente mayor en la bradicinesia, o lentitud de movimiento, una de las manifestaciones de la enfermedad.