MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
En verano se recomienda tener más cuidado en las piscinas con los niños asmáticos o con hiperreactividad bronquial, ya que al bañarse pueden tragar agua y existe el riesgo de que su conducto aéreo entre en contacto con los productos irritantes que contiene, desencadenando una crisis de broncoespasmo, según advierten los expertos del Hospital Quirónsalud.
Hay que tener cuidado en las piscinas con exceso de cloro o doramina, ya que pueden irritar la mucosa nasal y ocasionar una rinitis (moqueo constante) por el escozor que producen las elevadas concentraciones de estos tipos de desinfectantes, según señala la alergóloga y pediatra del Hospital Quirónsalud San José, Cristina Ortega Casanueva.
Además, esta experta aconseja controlar el tiempo que el niño pasa en el agua, ya que aunque los niveles de cloro sean adecuados, se pueden producir los mismos efectos descritos en el caso de exceso de ese elemento químico. También es importante incrementar las medidas de higiene en las piscinas.
Es fundamental llevar siempre la medicación del niño, como el broncodilatador con la cámara espaciadora en caso de los más pequeños. Por otro lado, los niños asmáticos pueden practicar cualquier deporte, incluida la natación, "tan solo es importante tener en cuenta estas pequeñas medidas para evitar exacerbar una crisis de asma", ha concluido la especialista.